El presidente de la Confederación de Organizaciones Empresariales de la Comunidad Valenciana (Cierval), José Vicente González, ha manifestado hoy que los casos de corrupción en política "no ayudan en nada" a la estabilidad del país.

González ha hecho estas declaraciones a preguntas de los periodistas sobre si opinaba que la corrupción está lastrando el crecimiento económico del país, tras clausurar la Asamblea General Ordinaria celebrada hoy por la organización en Valencia.

Estos comportamientos "no ayudan en nada" a la estabilidad, ha respondido, y la "inestabilidad nunca es buena", ha agregado.

"Creo que lo que toca es que hagan lo que tienen que hacer, y que separen la paja del trigo", ha aseverado González.

El presidente de Cierval ha manifestado asimismo su convencimiento de que "la inmensa mayoría de los políticos y los servidores públicos son gente honesta y trabajadora", pero en los casos en los que no lo son "hay que separarlos y hacerlo rápido".

Durante su discurso en la clausura de la asamblea general, González ha manifestado asimismo que los empresarios, como ciudadanos, necesitan "confiar" en las instituciones representativas para su "futuro personal y empresarial".

A su juicio, sin embargo, "no ayuda nada a conseguir este ambiente de confianza absolutamente necesario los indicios que aparecen, de una forma permanente, de conductas poco ejemplares entre los responsables de gobiernos nacionales, autonómicos y locales", ni tampoco la "bronca política constante".

La patronal autonómica de empresarios defiende "pactos de estado" que permitan abordar "los grandes problemas", como la educación, la reforma de las administraciones públicas y "la ética como norma de conducta en todos los órdenes de la vida".

"No se puede estar cambiando permanentemente el sistema educativo", ha advertido González en nombre de la organización, porque mientras los políticos discuten "nuestros estudiantes reciben las peores calificaciones de los países de la OCDE".

Para González, el acuerdo debería ser "habitual" en estos temas, que en su opinión "tienen que estar fuera del debate político".

Ha defendido asimismo que se tomen las medidas necesarias para "separar a los gobernantes que no se han comportado con la ética necesaria".

"No puede ser que en lugar de prestar atención al saludable debate democrático que debería tener su centro en el congreso, la atención de los ciudadanos esté en los tribunales", ha lamentado.