El juego presencial sigue en caída libre en España. Los subsectores tradicionales de casinos, bingos y máquinas tragaperras volvieron a perder ingresos hasta en porcentajes de dos dígitos, mientras que el gigante Loterías y Apuestas del Estado, la sociedad pública, mantuvo el tipo y se consolida como el gran operador de apuestas del país. El auge del juego online maquilló las cifras de un sector que en conjunto en 2012 atrajo 25.988 millones de euros jugados, un 1,1 % menos que el año anterior. Sin las apuestas por Internet, el descenso del movimiento económico sería del 6 %. Los juegos de gestión privada presenciales, como viene sucediendo desde 2008, fueron los más afectados por el retroceso en ingresos netos. Los bingos perdieron un 12,4 %, los casinos, un 9,6 %, y las máquinas, un 9 %, aunque las máquinas de tipo B, las conocidas como tragaperras, mantuvieron sus ingresos netos pese al descenso de las cantidades jugadas.

La tendencia a la baja ha tenido un efecto directo sobre las cuentas del Estado. Los ingresos tributarios por juego se redujeron en 2012 un 34,9 % hasta los 2.259 millones de euros debido a la reducción de la recaudación procedente del juego presencial, mientras la recaudación del juego por Internet experimentó un fuerte crecimiento que no compensó a los subsectores tradicionales. Así figura en la Memoria del Juego de 2012 que acaba de publicar la Dirección General de Ordenación del Juego, que depende del Ministerio de Hacienda. Sin embargo, esa memoria contiene un error importante en lo que se refiere a los ingresos tributarios de Loterías y Apuestas del Estado. Según el documento, los ingresos fiscales procedentes de LAE fueron en 2012 de 1.689 millones, frente a los 3.156 millones de 2011. Esto supondría una reducción de tributos de más del 46 %, pese a que las ventas e ingresos netos de LAE entre 2011 y 2012 apenas descendieron un 4,8 % y un 0,7 %, respectivamente. El beneficio bruto de la sociedad estatal en 2012 fue de 3.598 millones, un 5,8 % inferior al de 2011.

Dividendo al accionista

Fuentes de LAE explicaron que la Dirección General del Juego ha computado como ingresos tributarios 1.689 millones que en realidad se corresponden con el dividendo entregado por la mercantil a su único accionista, el Estado. A esta cifra hay que sumar el Impuesto de Sociedades, que ronda los 800 millones y otras tasas sobre el juego. La cifra real de recaudación del Estado gracias a Loterías habría alcanzado los 2.600 millones de euros. Seguiría siendo inferior a la de 2011, aunque hay que tener en cuenta que ese año fue cuando se preparó la frustrada salida a bolsa de LAE, lo que implicó algunos ajustes contables, como la entrega de una prima de emisión al Estado. La sociedad estatal tiene previsto publicar en breve su propia memoria de 2012 donde detallará todos estos datos. La DG del Juego ya está advertida del error que contiene su propia memoria.

En cualquier caso, todos los subsectores (a excepción del juego online, que ha pasado de tributar 70 millones a 133 millones) han reducido su aportación a las arcas del Estado. El segundo por orden de tributación tras la LAE es el de las máquinas B o tragaperras. Los españoles jugaron en estas máquinas un total de 8.515 millones de euros, un 9,3 % menos que el ejercicio anterior. Esto supuso para las empresas dedicadas a esta actividad unos ingresos netos (descontando premios) de 2.753 millones (un 9 % menos). La consecuencia de la pérdida de actividad es que el Estado redujo sus ingresos tributarios procedentes de las máquinas de 810 millones en 2011 a 722 millones en 2012.

La misma circunstancia se dio en el caso de los bingos. Este subsector está siendo el más castigado por la crisis económica y del juego presencial tradicional. Perdió el 8,8 % de sus ingresos brutos el año pasado. Los ingresos de los bingos han caído un 8 % de media en la última década. El número de salas ha caído en picado. En 1997 había en España 539 recintos dedicados al juego del bingo. El año pasado los establecimientos eran 372. Como consecuencia de la reducción de facturación, los ingresos tributarios pasaron de 417 millones a 346 millones en 2012.

Un caso similar es el de los casinos. Aportaron al Estado 69 millones frente a los 95 millones de 2001, tras reducir ventas e ingresos netos. Acumulan cinco años seguidos de descenso de actividad. Pese a ello se ha mantenido estable el número de casinos, 39 desde 2009. Lo que sí han bajado son los ingresos netos por casino, que han pasado de 5,1 millones en 2011 a 4,4 millones en 2012.

Todo este balance viene a poner de relieve el fenómeno de que los españoles siguen jugando pero lo hacen menos y por menos cantidades en los subsectores presenciales tradicionales. Aún así, el año pasado gastaron 550 euros por habitante. La autonomía más jugadora es Madrid, con 696 euros por habitante, seguida de Baleares, con 603 euros. La Comunidad Valenciana ocupa el sexto puesto con 486 euros. Asturianos, melillenses y ceutís son los que menos dinero gastan por persona.

En cualquier caso, las cifras globales de las cantidades jugadas en España el año pasado apenas fueron un 1,1 % inferiores a las de 2011. Esto es así por el rápido auge que está experimentando el juego por Internet. Representa ya el 10 % del mercado del juego en España en porcentaje sobre cantidades jugadas, con 2.728 millones jugados solo entre junio y diciembre del año pasado, que es el período que analiza la Memoria del Juego, pues fue en junio de 2012 cuando se reguló este mercado (pese a que se jugaba por Internet a través de empresas domiciliadas en el extranjero).

El incremento del movimiento económico ha sido del 70 % de un año para otro. En los últimos doce meses de 2012, el número de jugadores por Internet registrados fue de más de un millón.

La ONCE resiste

con 1.080 millones

La Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE), único operador cuyos premios, ingresos y beneficios no tributan a Hacienda, salvó de forma positiva un año complicado para el sector del juego. La ONCE recaudó 1.914 millones de euros en cantidades jugadas, apenas un 2,2 % menos que en 2011, y obtuvo unos ingresos netos de 1.018 millones tras repartir premios, lo que representa un descenso de 3,2 %. La aparición de nuevos sorteos y de juegos extraordinarios con premios millonarios parece haber sido una buena estrategia para competir con el campeón del sector, Loterías y Apuestas del Estado. El resultado (medido com margen neto de explotación) fue de 230 millones de euros, un 18 % inferior como consecuencia de los gastos de patrocinio y publicidad (42 millones) y otros gastos de explotación por importe de 121 millones de euros. La ONCE ha visto cómo en los últimos tres años reducía notablemente su red de agentes vendedores. Si en 2010 eran 20.540, en 2012 la cifra cayó a 19.818. Respecto a 2011, la cifra de vendedores es un 1,3 % menor. Por comunidades autónomas, la ONCE tiene en la Comunidad Valenciana a su segundo mejor cliente, por detrás de Andalucía. Estas dos regiones, con Cataluña y Madrid, suponen más del 60 % de los ingresos totales de la organización. V. R.