­El crudo discurso del presidente de la Cámara de Comercio de Alicante la tarde del jueves seguía resonando ayer en los tímpanos de los empresarios que asistieron a la 39ª edición de la Noche de la Economía Alicantina. Todos los consultados ayer por este periódico -salvo el presidente de Coepa, Moisés Jiménez, que rehusó pronunciarse- apoyaron las críticas vertidas por José Enrique Garrigós al papel de las administraciones en la crisis económica y el reto lanzado al presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, para que rompa con el pasado y acabe con la corrupción. Un apoyo sin ambages, tanto en los que se manifiestan con nombres y apellidos como en quienes prefieren mantener el anonimato, que muestra a las claras la fractura actual del empresariado alicantino respecto al Consell y que discurre paralela al alejamiento que proclamaba, y lamentaba, el dirigente cameral: «Nunca en la historia de nuestra joven democracia ha existido tanto distanciamiento entre la sociedad y nuestras instituciones, entre los ciudadanos y los servidores públicos».

El presidente de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme) en Alicante y vicepresidente estatutario de Coepa, Cristóbal Navarro, se declaró ayer «completamente de acuerdo» con el discurso de Garrigós y agradeció «mucho que instituciones como la Cámara de Comercio entren a valorar las cosas con sentido común». «Lo que hizo Garrigós», añadió, «no es ni más ni menos que una descripción objetiva de lo que hay, en la que yo coincido, y considero que no puede ser tabú reprender cuando toca. Es muy bonito pintarlo todo bien para el año 2020, pero ahora estamos donde estamos y es lo que él puso de relieve». Respecto a la reacción de la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, quien tras abandonar el salón donde se celebró el acto abordó al dirigente cameral para espetarle un «Vaya discursito, te habrás quedado a gusto», Navarro señaló que «está en todo su derecho» y que «ella sabrá qué quería decir con eso».

Antonio Mayor, presidente de Hosbec (Asociación Empresarial Hostelera de Benidorm y la Costa Blanca), calificó ayer de «valiente» el discurso de Garrigós y se mostró «de acuerdo con el fondo» del mismo, aunque le reprochó que no hubiera «pulido algunas aristas, porque por momentos parecía el portavoz de los indignados». Mayor señaló a este respecto que «frases como "vosotros los políticos cobráis todos los meses" [en realidad: "todavía no conozco ningún caso de un dirigente político que se haya quedado sin cobrar su salario. Aquí no hay retrasos"], con ser verdad, se pueden decir de una forma más diplomática». El también vicepresidente segundo del comité ejecutivo de la Cámara de Comercio de Alicante atribuyó el contenido y el tono del presidente cameral a que «arrastramos un gran malestar desde hace muchos años, y finalmente ha soltado el Séptimo de Caballería».

El presidente de la Federación de Empresarios del Metal de la Provincia de Alicante (Fempa), Guillermo Moreno, dijo ayer que «Garrigós proclamó públicamente lo que todos pensamos y no nos atrevemos a decir», y destacó especialmente su apelación a romper con el pasado porque «es el momento de hacerlo». Moreno, también vocal en la ejecutiva de la Cámara, sacó a colación que «seguimos hablando de paro y de falta de financiación, cuando en realidad lo que debemos hacer es adelgazar la administración, que está sobrecargada de personal» y aseguró que no temía ninguna represalia de la Generalitat hacia Garrigós o el empresariado alicantino «porque peor con nosotros no puede estar».

Francisco Ortiz, secretario ejecutivo de la Federación Provincial de Transportes de Mercancías de Alicante (Fetrama), resaltó que el dirigente cameral estuvo «muy acertado en todos los aspectos de su discurso, sobre todo en su descripción de la situación respecto a la Generalitat» y coincidió en que las críticas vertidas hacia la administración autonómica «reflejan el descontento de los empresarios, que ven cómo se nos adeuda un dinero que ha llevado a muchos a cerrar y a la Cámara y a Coepa a tener que marcharse de sus sedes». Ortiz tachó la corrupción, que Garrigós había exigido desterrar, de «lacra que hay que eliminar como sea», y para ello animó a Fabra a «mantener el timón firme y la mano fuerte» porque si no es así, vaticinó, «le pasará factura en las próximas elecciones».

El presidente de la patronal zapatera Fice (Federación de Industrias del Calzado Español), José Juan Sanchís, también destacó que el responsable cameral «dijo lo que tenía que decir, algo que todo el mundo siente», aunque le reprochó su «tono populista». «Garrigós», explicó ayer Sanchís, «dio un repaso a un montón de temas que están en el sentir de todos los empresarios, pero también lo hizo el presidente Fabra en su reclamación al Gobierno central de que solucione la dejadez y el olvido en que tiene sumida a esta provincia». Sanchís tachó de «lamentable» que «tengamos que hacer las mismas reclamaciones un año tras otro» porque no hallan solución y consideró que «sólo los empresarios podemos sacar a flote esta situación en la que nos hemos visto metidos». El empresario zapatero coincidió «evidentemente» en el llamamiento a acabar con la corrupción, algo que «nos hace sentir vilipendiados».

Otros consultados que por diveros motivos prefirieron que no se publicara su nombre no se desviaron ni un ápice de la opinión general del resto y manifestaron expresiones como «más razón que un santo», «no dijo ninguna mentira», «reivindicativo con toda la razón», «valiente» o «la corrupción se ha incrementado».

El único que rehusó pronunciarse fue Moisés Jiménez, presidente de la patronal Coepa (Confederación Empresarial de la Provincia de Alicante), quien señaló que «Coepa no valora un discurso del presidente de la Cámara de Comercio».

Lo que Garrigós dijo

La intervención de José Enrique Garrigós tuvo lugar la tarde del jueves en el marco de la Noche de la Economía Alicantina, celebrada en el Auditorio SabadellCAM de Alicante. Tal y como recogió ayer este periódico, el dirigente cameral dio un salto cualitativo respecto a sus últimos discursos y, en unos de los alegatos más duros que se recuerda en la Noche de la Economía Alicantina, retó al presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, a romper con el pasado y acabar con la corrupción sin que le tiemble el pulso, una tarea en la que, le garantizó, «tendrá a su lado a mucha más gente de la que imagina».

El empresario turronero destacó que «casi todos los empresarios que estamos aquí podemos decir que las administraciones han sido más un obstáculo que una ayuda para la recuperación económica de este país. Primero, porque se perdieron años negando la crisis y en consecuencia sin tomar medidas ni poner en marcha nuevas reformas. Y, después, porque los impagos han provocado el cierre de miles de empresas y enviado al paro a millones de trabajadores».

El responsable de la Cámara de Alicante echó un capote a Alberto Fabra al decirle que «no le hago responsable de la deuda que arrastra esta Comunidad, ni siquiera de los problemas con los que se enfrenta su Gobierno», para exigirle seguidamente que aproveche esta circunstancia para hacer limpieza a su alrededor: «Le pido que rompa con el pasado. Afronte el presente con decisión. Que no le tiemble el pulso. Le aseguro que tendrá a su lado a mucha más gente de la que imagina. El año pasado le pedimos tolerancia cero con la corrupción. Le insisto en que hay que dar un paso adelante. La sociedad aplaudirá y sabrá reconocer la firmeza de sus decisiones si éstas se toman a tiempo. Tiene usted a su favor muchas cosas, especialmente su cercanía a los territorios y a los ciudadanos, algo que se había perdido en los últimos años».

Garrigós resaltó los logros del Gobierno de Mariano Rajoy al haber sacado adelante la Ley de Emprendedores y la del Mercado Único y «por mantener esta valentía reformista en un clima social francamente difícil». Por contra, sentenció que «en el ámbito autonómico la situación no es nada satisfactoria. Somos una de las cinco autonomías que no ha cumplido con el déficit pese a que me consta que se han hecho muchos esfuerzos en esta línea. Pero, señor president, no son suficientes. Hay margen para reducir la administración y sobre todo, como no me cansaré de pedírselo, para evitar duplicidades».