Han sido necesarias tres solicitudes formales, más de un año y un intento frustrado de procesamiento judicial por un delito de desobediencia para que, finalmente, el exgobernador del Banco de España Miguel Ángel Fernández Ordóñez haya aceptado comparecer ante la comisión de las Cortes Valencianas que investiga la debacle de la CAM. Será el próximo lunes y lo hará acompañado del director del departamento jurídico del supervisor financiero, Roberto Ugena, que actuará como su asesor, según él mismo se ha encargado de comunicar al Parlamento autonómico.

La nueva disposición de Fernández Ordóñez ha sorprendido a los propios diputados de la comisión, sobre todo porque el Banco de España, que ahora preside Luis María Linde, sigue mostrándose contrario a que sus empleados o exempleados presten testimonio en la Cámara valenciana. De hecho, incluso se ha negado a facilitar la identidad de los inspectores que realizaron la última revisión de la CAM para que se les pudiera citar, como pretendían varios de los grupos.

La comparecencia de Miguel Ángel Fernández Ordóñez puede ser especialmente significativa porque no sólo era el gobernador del Banco de España cuando se produjo la intervención de la CAM, sino que también ocupó este cargo durante los años precedentes en los que supuestamente se gestó la ruina de la entidad mediante sus disparatadas inversiones inmobiliarias sin que el supervisor lanzara ninguna advertencia seria hasta diciembre de 2010. Igualmente fue uno de los principales impulsores de la fracasada fusión de la caja alicantina con Cajastur, presidida por un hombre de su confianza, el asturiano Manuel Menéndez, y muchos le responsabilizan del abrupto final de la CAM precisamente por permitir la ruptura de aquella integración. Tampoco hay que olvidar que fue quien aseguró que la CAM era "lo peor de lo peor" del sistema financiero español.

Fue en abril de 2012 cuando las Cortes solicitaron por primera vez la comparecencia de Fernández Ordóñez. Tras su negativa, el Parlamento autonómico le reiteró la petición y el exgobernador solicitó un informe al Consejo de Estado que apoyó su segunda negativa. A pesar de ello, los miembros de la comisión de investigación decidieron trasladar el asunto a la Fiscalía por si fuera constitutivo de un delito de desobediencia, aunque el caso se archivó porque no se había advertido de esta posibilidad en las peticiones de comparecencia. Finalmente, el pasado mes de mayo se le volvió a requerir y, para sorpresa de casi todos, ha aceptado la invitación.

El Banco de España advierte de la obligación de secreto

El Banco de España no sólo ha recomendado a sus empleados y exempleados que no acudan a las Cortes, sino que también les ha recordado su obligación de guardar secretos sobre la información confidencial obtenida durante el desempeño de su trabajo en la entidad. Éste es uno de los argumentos que ha utilizado el exsubgobernador y actual responsable de Mercado Monetarios del FMI, José Viñals, para excusar su presencia. Además de esta obligación de secreto, Viñals también recuerda que dejó el Banco de España en 2009, mucho antes de la intervención. A pesar de todo, se ofrece a pactar otra fecha si la Cámara aún quiere que comparezca.