El Sabadell ya ha puesto sobre la mesa su primera oferta -aunque informal- para recuperar la titularidad de las antiguas sedes centrales de la CAM en Alicante, Valencia y Barcelona, que en estos momentos son propiedad del fondo de pensiones de los empleados. Durante una reunión celebrada ayer, la dirección de la entidad planteó que la filial inmobiliaria del grupo, Solvia, adquiriese los inmuebles por unos 57 millones de euros, una cifra que superaría la tasación actual de los edificios pero inferior a los 62,8 millones que en su día desembolsaron los trabajadores.

Como avanzó este diario el pasado 5 de mayo, el banco quiere poner fin a una situación que considera anómala y, a su vez, reducir los notables gastos de alquiler que le supone el acuerdo firmado con los sindicatos por los anteriores responsables de la CAM. Fue en el otoño de 2008 cuando el exdirector general de la entidad Roberto López ideó la venta de los tres edificios al fondo de pensiones de los trabajadores con el objetivo de conseguir liquidez en un momento en que la burbuja inmobiliaria acababa de estallar y las cajas de ahorros empezaban a acusar las consecuencias de los años de excesos.

Para convencer a los sindicatos de la operación se pactó una renta fija anual del 5,5% de los citados 62,8 millones a cambio del uso de los inmuebles y, además, se estableció un compromiso de recompra por el mismo importe de la venta, unos acuerdos que heredó el Sabadell al adjudicarse la CAM. Sin embargo, desde el banco consideran que el alquiler acordado ya no se ajusta a los parámetros del mercado tras cinco años de crisis económica y, sobre todo, creen un sinsentido que tengan que estar de inquilinos en su propia casa.

Aunque desde el Sabadell ya se había trasladado a los representantes de los trabajadores la intención de recomprar las sedes, hasta ayer no se había puesto sobre la mesa ninguna cantidad ni tampoco se había hablado de la fórmula para realizar el traspaso. Curiosamente, tampoco ahora será el banco quien compre directamente los edificios sino que lo hará a través de su filial inmobiliaria, Solvia, que es la que concentra todos activos vinculados al ladrillo del grupo.

En cuanto al importe, la oferta del Sabadell ronda los 57 millones de euros, una cantidad que el banco consideraría más que generosa en las condiciones actuales pero que está por ver si aceptan los sindicatos, dispuestos a hacer valer el acuerdo original. En este sentido, la oferta supondría unas pérdidas de casi seis millones de euros sobre lo prometido inicialmente aunque hay otros factores a tener en cuenta.

El más importante es que, a pesar del citado compromiso de recompra, mientras no se ejecute esta cláusula la normativa del plan de pensiones obliga a reflejar todos los años la pérdida de valor que tendrían los edificios en el mercado, lo que perjudica a los trabajadores que se jubilan en estos momentos, que ven reducidas sus prestaciones.

En cualquier caso, el de ayer fue un planteamiento inicial para sondear la opinión de los representantes de los empleados, que todavía deberá concretarse en una propuesta formal más adelante, según las fuentes consultadas.

Fusión de fondos

La oferta del Sabadell se produce después de que haya finalizado el Expediente de Regulación de Empleo puesto en marcha en la CAM y una vez que se ha iniciado también la fusión del fondo de pensiones de la antigua caja de ahorros -que en marzo acumulaba un patrimonio de 451 millones de euros- con el que tienen el resto de trabajadores de Sabadell.