Tras años de bajadas de precios y de caída de la actividad, las piezas del mercado inmobiliario empiezan a encajar y Alicante es una de las provincias donde existe un mayor potencial de recuperación para el sector. Al menos así lo aseguran los expertos del Banco Sabadell en un estudio en el que han analizado aspectos como la evolución demográfica, el poder de atracción de cara a los compradores extranjeros, la renta per cápita o los precios para discernir en qué zonas se producirá antes la reactivación de la demanda.

De acuerdo con estos criterios, Madrid sería en estos momentos la zona con mejores condiciones para que la rueda del negocio inmobiliario vuelva a girar, seguida de las provincias andaluzas de Huelva y Málaga. En ese mismo pelotón de cabeza estarían Zaragoza, Navarra, Las Palmas, Tarragona, Tenerife, Sevilla o Murcia, además de la propia Alicante, que ocupa el octavo lugar en esta clasificación. Valencia y Castellón se sitúan un escalón por debajo, en lo que el estudio califica de potencial "medio-alto", junto al resto de zonas costeras y las Baleares.

Por el contrario, demarcaciones como La Rioja, Ciudad Real, Teruel o casi toda Castilla y León -el interior de la península, en definitiva- se encuentran entre las que menos posibilidades ofrecen para la recuperación del ladrillo.

Lo cierto es que los datos del año pasado ya dejan entrever la mejora de la situación en Alicante que, de hecho, fue la provincia donde más transacciones de viviendas se registraron en proporción a su número de habitantes, según el citado estudio. En concreto se vendieron 26,3 viviendas por cada mil residentes frente a las 15,6 de la media nacional. Unas cifras a las que tan sólo se aproximaron otras dos provincias con un importante peso de las segundas residencias como son Málaga, con 23,2 compraventas por cada mil habitantes; y Castellón, con 21,7; y también Guadalajara y Toledo, donde muchos municipios se han convertido en "ciudades-dormitorio" de la capital del país.

A favor

Entre los factores que la provincia tiene a su favor para esta reactivación de la demanda inmobiliaria destaca la mejor evolución demográfica prevista para los próximos años. En términos generales, el Sabadell señala que durante la próxima década la población de entre 25 y 55 años -la franja en la que están los potenciales compradores de vivienda- se reducirá en toda España pero en el caso de Alicante el descenso será del 11%, tres puntos menos que la media.

Pero, sobre todo, su mayor baza es el atractivo para los extranjeros, que son los primeros que están tirando del negocio. Los expertos del banco resaltan que en estos momentos ya es la zona de España con mayor número de residentes de países de la OCDE (el llamado "club de los países ricos") y Rusia, con un 11% de la población total de la provincia, frente al 8,9% que suponen en Baleares, el 8,2% de Málaga o el 2,8% de la media nacional. Las previsiones apuntan a que este fenómeno seguirá aumentando.

Otra de las ventajas es la mayor caída que han experimentado los precios, que ya se han reducido casi un 32% desde su máximo frente al 27,1% que lo han hecho en el conjunto del país. A esto hay que sumar que el coste medio sigue estando por debajo de la media y que existe disponibilidad de producto -es decir, viviendas acabadas listar para ser ocupadas- sin que el stock sea tampoco excesivo. Para ser exactos, las casas finalizadas sin vender suponen el 3,8% del parque total de la provincia, muy lejos del 12% que representan en Castellón o el 6,5% de Almería. Además, este stock, al contrario que en otras zonas, ya ha empezado a reducirse a un ritmo superior al 5%.

En el lado negativo, el Sabadell señala la elevada tasa de paro de la provincia, del 28,6%, y su baja renta per cápita (18.123 euros), lo que implica un lastre para la recuperación de la demanda interna.