La exmiembro de la Comisión de Control de la CAM Noelia Sala, quien fue secretaria de este organismo entre 2007 y 2010, ha reconocido hoy que firmaba las actas de las reuniones sin leerlas, ya que había dado el visto bueno al borrador que le remitía el letrado y suponía que "reflejaban lo mismo".

Sala, quien ha comparecido en la comisión de Les Corts Valencianes que investiga el proceso que ha llevado a la intervención de la entidad por el Banco de España, entró en la caja en representación de los impositores en febrero de 2004, cuando tenía 19 años.

Los tres primeros años fue vocal de este órgano, pero los tres últimos, según ha dicho, fue secretaria, y como tal, veía las actas, las firmaba y las leía, y en su opinión, en ellas "se reflejaba fielmente" la realidad.

Ha explicado que el letrado le remitía por correo electrónico los borradores de cada reunión, ellas les daba el visto bueno y después un empleado de la caja, se las llevaba a casa para que las firmara, algo que hacía sin leerlas porque suponía que en ellas ponía lo mismo que en los borradores.

Sala ha destacado que la persona que le llevaba las actas normalmente tenía "mucha prisa" pues debía llevar los documentos para que los firmaran también el presidente y la secretaria, por lo que no le daba tiempo a leerlas.

También ha afirmado hoy que no recuerda haber aprobado ni haber visto en el borrador de ningún acta la retribución de 300.000 euros al presidente de la CAM Modesto Crespo, como tampoco se aprobaron, ha dicho, las modificaciones de las dietas a los consejeros por su presencia en las empresas participadas.

"No solicitamos nunca dietas. Se nos puso en la participada y se nos dijo que cobraríamos dietas, pero nadie nos dijo lo que íbamos a cobrar ni que se iban a modificar", ha señalado Sala, quien ha dicho que vio en su cuenta corriente que se habían modificado, "pero nadie nos los dijo ni las aprobamos", ha insistido.

La exconsejera ha afirmado que se les decía que todas las operaciones eran exitosas y que "todo estaba bien" en las participadas, y ha afirmado que no tenía "por qué dudar" de las personas que informaban y que confiaba en ellas "porque son profesionales".

Respecto a la inspección del Banco de España, ha señalado que se hizo mención de que los inspectores estaban allí, pero les dijeron que "era rutinario", y jamás se les informó de ningún requerimiento ni se les presentó un papel que reflejara "algún problema en la caja".