El exvicepresidente del Gobierno y expresidente de Bankia Rodrigo Rato acusó ayer al Banco de España de forzar la fusión de las siete cajas de ahorros que dio lugar al nacimiento de Bankia y aseguró que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero fue quien presionó para su salida a Bolsa. Igualmente, señaló que fue el Ejecutivo de Mariano Rajoy quien provocó la reformulación de las cuentas de la entidad, que pasaron de reflejar unos beneficios de de 309 millones a unas pérdidas de 2.979, al aprobar el decreto sobre el saneamiento de los activos inmobiliarios en el sector financiero.

Al respecto, durante las casi tres horas que duró su declaración en la Audiencia Nacional ante el juez Fernando Andreu, Rato reveló que unos días antes de su dimisión el Ministerio de Economía le pidió que realizara un nuevo plan de saneamiento sobre la entidad al considerar que el anterior plan de capitalización, que tenía el aval del Banco de España, no era viable, informaron fuentes jurídicas.

En otro punto de su intervención cuestionó la actuación de la auditora Deloitte y aseguró que su máximo responsable, Francisco Celma, le prometió el día 3 ó 4 de mayo que las cuentas estarían listas "al día siguiente" aunque tuvieran que estar "toda la noche trabajando". A este respecto, señaló que las salvedades planteadas por Deloitte nunca se refirieron al grupo sino a la situación del BFA en relación con la valoración de su acción en Bankia, los créditos fiscales y la valoración de su cartera promotora inmobiliaria.

En este sentido, defendió que las cuentas de marzo, que presentaban unos beneficios de 309 millones de euros, eran "la imagen fiel" de la entidad y que las reformuladas, que arrojaban unas pérdidas de 2.979 millones de euros, no representan su balance real. Según sus cálculos, para recapitalizar el grupo eran necesarios 4.665 millones de euros frente a los casi 25.000 que precisa el presentado por el actual presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri.

Al respecto, Rodrigo Rato defendió el plan inicial para recapitalizar la entidad que, según dijo, ya se había elaborado para un escenario de estrés máximo, con una disminución del Producto Interior Bruto (PIB) del 3,8% y sin recuperación del empleo hasta el año 2013. Explicó que fue presentado al Banco de España y al Ministerio de Economía el 4 de mayo. El supervisor lo aceptó pero el Ministerio se opuso y eso le obligó a dimitir.

El exdirector gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) fue recibido en la Audiencia Nacional con pitos y abucheos por parte de los afectados por las participaciones preferentes de la entidad, que le dedicaron gritos de "estafador", "ladrón", "chorizo" y "malnacido". También sufrió el lanzamiento de globos de agua que no le llegaron a impactar por parte de algunos de los concentrados.