El presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), Miguel Martín, abogó ayer por construir más casas y dar más hipotecas para salir de la crisis, en lugar de poner "trabas" para que el crédito hipotecario resurja cuando se necesite. En su opinión, el sector ha ayudado con sus hipotecas a que se puedan comprar viviendas, una tesis defendida por el consejero delegado del Banco Sabadell, Jaime Guardiola, quien recordó que no hay país en el mundo con mayor acceso a la vivienda que España.

Durante un encuentro organizado por Nueva Economía Fórum, Martín explicó que el crédito ayuda a superar la crisis y por eso para proteger a las personas que estén en peligro de quedarse sin casa, hay que dar más créditos y crear más viviendas. "Viendo las informaciones periodísticas de estos días se podría pensar que el crédito hipotecario ha sido la causa de la exclusión social, cuando lo que ha provocado la exclusión social ha sido la crisis económica", argumentó Martín.

Ante el drama de los desahucios y en pleno debate sobre la conveniencia de cambiar la ley hipotecaria, la patronal bancaria alertaba en una carta remitida a algunos medios de comunicación que sería "perjudicial" acometer "reformas de calado" en dicha norma. El propio Guardiola, en el mismo acto en el que participó Martín, manifestó que los cambios en la ley hipotecaria podrían restar atractivo a las cédulas hipotecarias, lo que dificultaría la financiación de la banca y la concesión de crédito. El "número dos" del Sabadell subrayó que en España hay "una cultura de pago", un activo que, a su juicio, "no hay que poner en juego". Según Guardiola, cerca del 97% de las hipotecas se abonan, aunque la banca contribuye a ese dato al haber refinanciado unas 400.000 durante la crisis y precisó que las entidades "no pretenden quedarse con los activos".

También insistió en que "no hay país en el mundo con el nivel de acceso a la vivienda de España, porque las hipotecas son baratas" y añadió que "esta es la foto exacta y precisa del sector. La realidad dramática de la situación económica de muchas familias no nos debe hacer perder esta visión global, porque si hacemos por razones de inmediatez del tremendismo de la situación determinados cambios, ponemos en peligro muchas cosas", reiteró.

Más dificultades

Guardiola precisó que si se hace de las hipotecas "un producto con más generación de pérdidas, las necesidades de capital del sistema financiero se multiplicarán, habrá problemas de financiación y más dificultades para que el crédito vuelva a fluir".

Desde su punto de vista, la nueva regulación del Gobierno y la mejora del código buenas prácticas de los bancos "es la manera en la que se tienen que afrontar esta situación".

"Vamos a separar el negocio hipotecario, que es un negocio que ha generado valor y lo va a seguir haciendo en cuanto recuperemos los stocks, del hecho puntual dramático al que tenemos que poner toda la atención, insistió.

Y en cuanto al parque de viviendas sociales que quiere poner en marcha el Gobierno para acoger a las familias que hayan sido desahuciadas, Guardiola dijo que esto es un "elemento más de la batería de soluciones que se tiene que dar". "Hay entidades muy activas en generar activos en renta que permitan recolocar ejecuciones hipotecarias. Otras piensan que es mejor preservar la residencia en la que están con alquiler social. Hay múltiples formas. Creo que lo que hay que hacer es dejar a la política de los bancos los márgenes de actuación para afrontar este problema", opinó.

Finalmente, hizo alusión a la correlación que se está haciendo entre las entidades que están llevando a cabo desahucios habiendo recibido ayudas públicas y el no traspaso de este dinero a sus clientes. "Esto no ocurre en los bancos españoles, porque ninguno ha recibido ayudas públicas. Hay que quitar esa imagen confusa, muy periodística, del entendimiento general del problema", afirmó.