El exconsejero de la CAM Gregorio Fernández ha afirmado que desconoce si se manipularon las cuentas de la Caja de 2008, aunque ha añadido que "después, sinceramente se ha hecho de todo", y ha admitido que "puede" que se ocultaran datos al Banco de España para que no detectara a tiempo las irregularidades.

Fernández, quien ha comparecido en la comisión de Les Corts que investiga la intervención de Caja Mediterráneo por el Banco de España, ha explicado que entró con 14 años en la Caja, donde fue director de oficina y gestor de empresas, y que estuvo en el Consejo de administración de 2007 a 2009 en representación de UGT.

A su juicio, la causa de la situación de la CAM ha sido la "exposición tan bestial al ladrillo" y el actuar como promotora, ya que era una forma "fácil" y "rápida" de crecer, y ha asegurado que "clamaban al cielo" las operaciones con Polaris World, cuya deuda era "astronómica".

Ha destacado que la inversión en el ladrillo fue una "huida hacia adelante", donde había "disparates que estaban a la orden del día", mientras que el resto de operaciones "las miraban con lupa".

Fernández ha indicado que estaban "muy presionados" para colocar las cuotas participativas, de las que estaban convencidos de que eran "un buen producto", pues los directivos de la CAM eran para él "semidioses" que conseguían que año tras año creciera y superara los beneficios, por lo que "no podían estar equivocados".

Sobre las inspecciones del Banco de España, ha indicado que en un Consejo de Administración el director general, Roberto López Abad, les "vendió" que el Banco de España había pedido que se destinaran 25 millones de euros por unas operaciones inmobiliarias que no estaban bien dotadas.

López Abad les transmitió que el Banco de España "no tenía razón", pero que no iban a discutir por 25 millones de euros por unas operaciones que iban a reportar 400 millones de beneficio, ha precisado.

Fernández ha indicado que la integración de los consejeros en empresas participadas era una forma de gratificarles, ya que lo único que hacían era aprobar las cuentas que venían ya auditadas, y ha defendido que ni los empleados ni el consejo de administración se enteraban "de la mitad de las cosas".

Según ha dicho, la "caída" de la CAM ha sido "una de las mayores decepciones" de su vida y no se la esperaba, y ha considerado que el Banco de España no ha estado "nada acertado", pues si hubiera intervenido cuando detectó las primeras anomalías no habría dado lugar a que el Sabadell se quedara con la CAM.

Fernández ha indicado que la "fuga masiva" de fondos que hubo en 2009 en la CAM se debió al "machaque" que les hicieron los medios de comunicación, ya que todas las noticias sobre la entidad eran "negativas", y ha negado que se concedieran préstamos a interés cero.