El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, garantizó hoy que si considera que es bueno para los intereses de España, adoptará la decisión de pedir ayuda financiera a la Unión Europea, pero aclaró que en ningún momento actuará bajo presión.

Rajoy habló en una rueda de prensa al término del Consejo Europeo de Bruselas en el que se ha avanzado en el calendario para la puesta en marcha de la unión bancaria y no ha habido referencia alguna a la posible petición de rescate por parte de españa.

Aseguró que, frente a toda suerte de informaciones en torno a esta cuestión, él no ha adoptado aún una decisión al respecto, pero dijo que es importante dejar claro que, si considera necesario solicitar la ayuda, lo hará.

"Si tengo que tomar esa decisión la tomaré, igual que tomé la decisión de pedir un préstamo para las entidades financieras", subrayó Rajoy.

Dijo que es muy importante que exista el mecanismo para poder solicitar una ayuda, algo que hace meses no existía.

Rajoy explicó que un presidente del Gobierno no puede actuar bajo presión.

"Yo no lo voy a hacer y creo que algunas veces, a lo largo de mi vida política, he acreditado que no me gustan las presiones. No por nada -ha precisado- sino porque lo que hay que hacer es tomar decisiones en defensa del interés general".

Insistió en que no ha recibido presión alguna al respecto de la misma forma que él sería incapaz de decirle a algún colega europeo lo que tiene que hacer.

Cuestión diferente, según el presidente del Gobierno español, es la existencia de opiniones que se publican de unos y otros y que considera totalmente libres.

Explicó que responde el sentido común que los líderes europeos hayan dicho que la decisión de pedir ayuda financiera a España le corresponde al país y a su presidente.

Él ha vuelto a garantizar que adoptará una decisión escuchando a todas las personas que considere oportuno y, fundamentalmente, a los miembros de su Gobierno.

Confía en la recapitalización directa

El Gobierno español está "satisfecho" sobre el compromiso alcanzado en el Consejo Europeo sobre el calendario de la unión bancaria y cree que España podrá beneficiarse de la recapitalización directa de sus entidades pese al retraso en la creación del supervisor único basado en el Banco Central Europeo (BCE), según han explicado fuentes gubernamentales.

Para España, convertir al BCE en supervisor único constituye una "revolución" y es lógico que ello "lleve tiempo". No obstante, el pacto de los líderes europeos demuestra que existe "voluntad de avanzar" en la unión bancaria, aunque no esté en vigor el 1 de enero de 2013 para los bancos españoles como proponía Bruselas.

Pese al retraso, el Gobierno "sigue pensando" que España se beneficiará de la recapitalización directa de forma retroactiva y logrará que el rescate bancario no compute como deuda pública. Durante el Consejo Europeo no se ha hablado del caso español y por eso el Ejecutivo de Mariano Rajoy se atiene a las conclusiones de la cumbre de junio, en las que se dijo que el nuevo instrumento se aplicaría a España.

Además, da por hecho que el BCE controlará a los 6.000 bancos de la eurozona y no sólo a los sistémicos como quería Alemania, que pretende mantener la supervisión de sus bancos regionales.

Pese a las posiciones enfrentadas del presidente francés, François Hollande, y la canciller alemana, Angela Merkel, durante las 10 horas de negociaciones de la primera jornada de la cumbre no hubo tensión ni enfrentamiento, según fuentes gubernamentales.

En la misma línea que Francia e Italia, España también considera que "no es el momento político" para plantear a los ciudadanos una reforma del Tratado con el fin de crear la figura de un supercomisario que pueda vetar los presupuestos nacionales, como ha propuesto Merkel.