Los líderes europeos han acordado hoy retrasar más allá del 1 de enero de 2013 -fecha que se había pactado en la anterior cumbre de junio- la entrada en vigor de la supervisión de la banca a cargo del Banco Central Europeo (BCE), tal y como reclamaban Alemania y sus aliados.

Ello significa que se aplaza también la recapitalización directa de entidades a cargo del fondo de rescate, que está supeditada a la creación de este supervisor único. Los líderes europeos desoyen así las peticiones del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que exigía a la UE que cumpliera los plazos acordados en junio.

Los jefes de Estado y de Gobierno han pactado que el objetivo es lograr "un acuerdo sobre el marco político (para la unión bancaria) a finales de 2012", y su puesta en marcha "gradual" a lo largo de 2013, según ha explicado el portavoz de Asuntos Económicos, Olivier Bailly.

En su propuesta original, la Comisión preveía que el BCE supervisara ya desde el 1 de enero de 2013 a los bancos españoles que hubieran recibido ayudas europeas, abriendo la puerta a su recapitalización directa. Pero la puesta en funcionamiento del supervisor único podría retrasarse hasta el 1 de enero de 2014, después de las elecciones alemanas, según fuentes europeas.

El impacto de este retraso sobre el rescate bancario de España es incierto, ya que todavía debe discutirse a nivel técnico si la recapitalización directa tendrá o no carácter retroactivo. Si finalmente se decide que no -como sostienen Alemania, Finlandia y Holanda- el programa español podría quedar fuera porque está previsto que concluya en junio de 2013.

Alemania y otra media docena de países habían dejado claro en las discusiones previas al Consejo Europeo que ven imposible acordar la norma que convierte al BCE en supervisor único antes de que acabe el año, pese a que se comprometieron a ello en la anterior cumbre de junio. La aprobación de la ley exige unanimidad.