La Seguridad Social tuvo un superávit de 2.721,08 millones de euros hasta agosto -el 0,3 % del PIB- un 43,52 % menos que en el mismo periodo de 2011, según datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social.

Este superávit fue resultado de unos ingresos que alcanzaron los 81.676,52 millones de euros, que aumentaron el 0,19 % respecto al año pasado, frente a unos gastos de 78.955,44 millones, que crecieron el 2,93 %.

En términos homogéneos, sin tener en cuenta las transferencias del Estado a la Seguridad Social, los ingresos no financieros reflejarían un descenso del 1,58 % y el superávit hasta julio sería de 1.280,59 millones de euros, un 73,42 % menos que el registrado en el mismo periodo de 2011.

Según el Ministerio de Empleo y Seguridad Social, las transferencias del Estado crecieron en 1.440,49 millones de euros, y a 31 de agosto ya se han recibido el 85,27 % del total de las aportaciones que contempla el presupuesto.

Los gastos pendientes de imputación presupuestaria son de aproximadamente 750 millones de euros, sobre todo por los conceptos de incapacidad temporal y de transferencias de capital o por aportaciones para mantener los servicios comunes a cargo de las mutuas de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales.

Del total de ingresos, el 92,04 % corresponde a las entidades gestoras y servicios comunes de la Seguridad Social y el 7,96 % a las mutuas.

En el caso de los gastos, el 93,46 % ha sido reconocido por las entidades gestoras y el 6,54 % por las mutuas.

En términos de caja, es decir, si se tienen en cuenta los cobros y los pagos que efectivamente se han hecho en el período, la recaudación hasta agosto fue de 77.877,21 millones, el 0,28 % menos que en el mismo periodo de 2011, mientras que los pagos aumentaron el 2,9 % hasta los 78.821, millones.

Ello supone un desequilibrio en términos de caja de 944,73 millones de euros.