Los edificios que albergan los actuales servicios centrales de Banco CAM no quedarán vacíos cuando se complete la absorción de la entidad por parte del Sabadell el próximo mes de diciembre. Por el contrario, los planes del grupo catalán pasan por crear en Alicante el que será el segundo mayor centro administrativo del grupo -sólo superado por Barcelona- en el que trabajarán alrededor de 600 personas. Para ello, el grupo presidido por Josep Oliu no sólo mantendrá en la provincia la estructura necesaria para atender a la red que operará con la marca de SabadellCAM en la Comunidad Valenciana y Murcia, sino que trasladará tareas que se venían realizando para todo el grupo en otros emplazamientos como Madrid y aprovechará para instalar también en Alicante una parte de las dependencias del nuevo «banco malo» que acaba de crear para gestionar los inmuebles adjudicados y los créditos de los promotores.

También se reutilizarán los inmuebles y los equipos ubicados en la partida alicantina de Aguamarga, que ahora albergan los sistemas informáticos de Banco CAM, para transformarlos en un centro de proceso de datos y en un laboratorio de desarrollo tecnológico e innovación, según fuentes consultadas por este diario.

Con la creación de este centro administrativo el Sabadell ha querido atenuar el impacto que podría haber tenido en la provincia el Expediente de Regulación de Empleo que la entidad está negociando con los sindicatos y que, por imposición de Bruselas, suprimirá más de 1.750 empleos en Banco CAM y otros 440 en sus filiales.

Transición gradual

La puesta en marcha de este centro no será automática sino que se hará de forma gradual ya que las tareas que actualmente desarrollan los empleados de los servicios centrales de la entidad alicantina y las que deberán asumir en el futuro son distintas. Además, también habrá trasvase de trabajadores entre las dependencias de Óscar Esplá y las sucursales.

La transición se hará a partir del 7 de diciembre cuando, tal y como adelantó INFORMACIÓN el pasado miércoles, se clausurarán de golpe más de 360 oficinas para completar en un sólo día toda la reestructuración de la red. Entonces empezarán los cursos de formación y el traslado paulatino de las cargas de trabajo. Hasta que Alicante esté preparado serán el resto de centros del grupo Sabadell, algunos de ellos ubicados incluso en el extranjero, los que den asistencia a las sucursales de su ámbito de influencia.

Una vez finalizado el proceso, SabadellCAM contará con su propia estructura comercial, en la que se crearán diversas unidades especializadas. Así, habrá equipos específicos para atender a las grandes empresas que facturan más de seis millones anuales, otro especializado en ayudar a las compañías con negocios en el extranjero o que quieren iniciar su internacionalización y otro dedicado a colectivos.

También habrá una unidad especializada en créditos al consumo, un aspecto en el que Banco CAM tiene mucha más experiencia que el Sabadell por su vocación de banca de particulares frente a la orientación hacia el mundo empresarial que hasta ahora tenía el grupo catalán. Por eso, el centro de Alicante también se hará cargo de la división de medios de pago para el comercio y tarjetas de crédito para todo el grupo.

Otra de las novedades que impulsará el equipo dirigido por Miguel Montes desde la provincia será la creación de una nueva línea de negocio especializada en la gestión del segmento hotelero, una apuesta importante teniendo en cuenta que el turismo es uno de los pocos sectores que sigue funcionando en estos momentos de crisis. En esta misma línea, la gestión de la red que el Sabadell tiene para los clientes extranjeros, Solbank, también podría recaer en Alicante.

El peso del ladrillo

Pero, sin duda y al menos durante los próximos años, uno de los asuntos que más trabajo reportará será la nueva «unidad de gestión de activos» o «banco malo» que ha creado el Sabadell para limpiar su balance del ladrillo acumulado durante la crisis y de los créditos concedidos a los promotores. Como es precisamente Banco CAM el que ha aportado la mayor parte de los mismos, ahora también será el centro administrativo de Alicante una de las tres sedes del grupo que se encargarán de él. Habrá especialistas en venta de inmuebles y en su administración, también en la recuperación de impagados y una unidad específica de ventas mayoristas que se encargará de colocar las viviendas y terrenos por lotes a fondos de inversión.

Hay que tener en cuenta, además, que la mayoría de los inmuebles procedentes de la antigua caja alicantina están bajo el paraguas del Esquema de Protección de Activos (EPA) concedido al Sabadell para ayudarle a digerir al Banco CAM, lo que implicará trámites adicionales. Por eso también se creará un centro de soporte jurídico, que se aprovechará para todo el grupo.

El grupo examina las capacidades de la plantilla

Especialistas contratados por el Sabadell y del propio equipo de Recursos Humanos del banco llevan desde el pasado mes de junio examinando a todos los trabajadores de los servicios centrales y a buena parte de los empleados de la red de Banco CAM. El objetivo no es otro que conocer las habilidades y la disponibilidad de cada uno de ellos para ver dónde tendrán cabida con la nueva organización. Las pruebas han consistido en un test por escrito y en una entrevista personal a cada uno de los trabajadores. Al respecto, hay que tener en cuenta que el número final de despidos del ERE dependerá también de la cantidad de empleados que estén dispuestos a trasladarse para ocupar las vacantes que se creen en el Sabadell.