Con poco margen de maniobra. Los pequeños y medianos establecimientos de la provincia hacen frente a la subida del IVA, que entrará en vigor el próximo 1 de septiembre, temerosos del impacto que su aplicación pueda tener en el comportamiento de los consumidores. Para la gran mayoría, la apuesta por contener los precios asumiendo una nueva reducción en sus márgenes de beneficios se presenta, dado el "bajo pulso de las ventas, imposible", explican.

El presidente de la Asociación de Comerciantes de Alicante, Jose Ballester, subrayó que la llegada del mes de septiembre se vislumbra así con una "gran preocupación" atendiendo a esa "ausencia de alegría y de dinamismo en el consumo". Una realidad que llevará de forma mayoritaria a los comercios -la asociación engloba a unos 3.000 en la ciudad- "a no poder compensar la aplicación del IVA", siendo a la vez "muy conscientes de las dificultades que supondrá este repunte de los precios" para las familias.

En esta misma línea, la presidenta de la Asociación de Comerciantes del Mercado Central, Teresa Albero, incidía en el callejón sin salida en el que se encuentran los establecimientos, al "no poder seguir conteniendo los precios", por lo que alertaron del impacto negativo y la carga adicional para las economías familiares que supondrá esta subida.

Ampliando el radio de análisis, la situación en la provincia reproduce esta misma realidad, el secretario general de la Federación Alicantina de Comercio (Facpyme), Francisco Rovira, advirtió de las "dificultades" a las que hacen frente los propietarios para ajustar sus márgenes comerciales, lo que hará que "tan solo aquellos que se encuentran en una mejor situación puedan suavizar el impacto del IVA", ajustándose de nuevo el cinturón para que no repercuta en los consumidores. Rovira incidió en el paso equivocado que representa esta decisión de subir la carga impositiva y del impacto que tendrá en algunos productos.

El nuevo tramo del gravamen acordado por el Gobierno de Mariano Rajoy supondrá el paso del IVA del 18% al 21%. En algunos productos básicos, por ejemplo, de la cesta de la compra -pan, verduras, frutas, leche, huevos o el pan- se mantendrá el IVA superreducido del 4%.

Bajo esta realidad, la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) y la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) también entraron ayer al debate apuntando que la subida del IVA disparará la inflación interanual. Las principales organizaciones auguraron que con este repunte habrá "nuevos cierres de negocios" que afectarán de forma más aguda a los autónomos al ser el colectivo "más débil".

En un extremo diferente se encuentran las grandes superficies. El colectivo sostiene que la situación de los precios a partir del sábado será la misma para el consumidor, ya que desde hace meses se llevan "introduciendo ofertas y la contención en los precios para intentar reflotar el comercio, con lo que se llegará a un equilibrio logrando que la entrada del IVA no suponga un golpe para los bolsillos de las familias, advirtió el portavoz de la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (ANGED), Antonio López-Pena.

La posición de inicio es aún más clara desde espacios comerciales como Mercadona o Carrefour, donde la apuesta pasa por no repercutir el incremento impositivo en los precios para "incentivar" el consumo, según coincidieron en destacar ambas superficies.