El "encefalograma plano" que sufre la actividad de la construcción en Alicante, como definía hace dos años un empresario de la actividad inmobiliaria, ha obligado al conjunto de promotoras, técnicos y profesionales del sector a lanzarse al mercado internacional.

La construcción de viviendas, el acceso a proyectos de obra pública, participar en el diseño de edificios o estructuras -en el caso de los arquitectos- formar parte del equipo de trabajo de una de estas obras, para los parados del "ladrillo", o vender maquinaria ahora paralizada en el mercado nacional, se ha convertido en el objetivo de estos colectivos en el mercado exterior. Así, la construcción se une al club de la exportación provincial, sumándose a los tradicionales sectores del calzado, mármol, juguete, frutas y verduras o vinos.

Y desde hace unos años, un grupo de destacadas firmas provinciales trabajan ya en varios países europeos, así como en toda la zona del Magreb e, incluso, en Brasil.

Alemania, Argelia, Marruecos, la zona de los Emiratos Árabes o países de América del Sur, estos son algunos de los destinos donde las firmas alicantinas han fijado sus objetivos, según confirmaban algunas firmas provinciales. Turquía también se ha unido en los últimos meses a este abanico de posibles nuevos mercados por la fase de crecimiento que está experimentando, lo que implica la necesidad de ampliar el parque de viviendas, así como de infarestructuras. Unas jornadas celebradas este año en la Cámara de Comercio, promovidas por la Casa del Mediterráneo, dejaron patente el mutuo interés de colaboración entre empresarios de ambos países. "Se pueden establecer alianzas empresariales para iniciar proyectos de construcción o para exportar maquinaria", admitía el vicepresidente de la Cámara , Juan Bautista Riera.

La crisis del ladrillo y la paralización e la obra pública por la asfixia económica de la Administración -bien sea central, autonómica o local- ha provocado una auténtica diáspora de profesionales alicantinos que se pueden encontrar prácticamente por cualquier rincón del mundo. Además, de Argelia, Brasil o el Golfo Pérsico, los constructores provinciales también exploran los mercados de Colombia, Chile, Marruecos, Mauritania, Polonia o Rumanía.