El Gobierno suspenderá la paga extraordinaria de Navidad a los funcionarios y empleados públicos, al tiempo que reducirá los "moscosos", ajustará el número de liberados sindicales a lo "estrictamente dispuesto en la ley" y facilitará la movilidad laboral. Según explicó ayer el presidente del Ejecutivo, Mariano Rajoy, más allá de la no reposición de efectivos en las administraciones públicas, salvo en los sectores concretos estipulados en los Presupuestos de este ejercicio -las fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado, por ejemplo-, el Gobierno ha decidido eliminar el abono de la paga extraordinaria de Navidad para todo los altos cargos de la Administración central, autonómica y local. Además, pidió en el Parlamento que este esfuerzo sea "compartido" por diputados y senadores.

La suspensión de la segunda paga extraordinaria solo será compensada a partir de 2015 en el caso de los funcionarios y empleados públicos mediante la "correspondiente aportación en forma de fondo de pensiones".

La respuesta de los sindicatos a la medida fue inmediata, ya que decidieron no acudir por la tarde a la reunión convocada por el secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta, para analizar los recortes y programaron concentraciones en las puertas de los centros públicos mañana, coincidiendo con el Consejo de Ministros que aprobará el paquete de ajustes.

La reducción de la paga a los funcionarios permitirá ahorrar al Gobierno alrededor de 4.000 millones y supondrá en la nómina anual de los empleados públicos un recorte salarial bruto que oscila entre el 5% y el 7%, ya que en las pagas extraordinarias no se cobran los complementos salariales. Conviene recordar que los funcionarios ya sufrieron en 2010 un recorte salarial del 5%, pero el Gobierno considera que la partida de gastos de la Administración Pública, especialmente la referida a los salarios, es la de mayor cuantía. Precisamente el pasado lunes la secretaria general del PP arremetió contra el incremento de empleados públicos en la última década, 440.000, una cifra que consideraba "insostenible".

Además de la eliminación de la paga extraordinaria, el presidente del Gobierno también anunció su decisión de reducir el número de días de libre disposición de los empleados públicos -los llamados""moscosos"-, aunque no precisó en qué medida. También indicó que equiparará las condiciones en situación de incapacidad temporal a las del resto de trabajadores y facilitará la movilidad de los empleados públicos.

A estas medidas habría que añadir la avanzada por el ministro de Hacienda, Cristobal Montoro, quien anunció que se estudia un aumento de las horas de trabajo semanales de los funcionari0s.

Menos ayudas a los sindicatos y patronal

Mariano Rajoy también anunció ayer en el Pleno del Congreso un nuevo ajuste del gasto ministerial de 600 millones en este ejercicio presupuestario, así como un nuevo recorte del 20% en las subvenciones a partidos políticos, sindicatos y organizaciones empresariales en 2013 y que se suma al 20% ya recortado este año. "Habrá un nuevo ajuste en el gasto de los ministerios de este año" que afectará a todos los créditos presupuestarios destinados a subvenciones, gastos corrientes y transferencias.