El expresidente de Bankia, Rodrigo Rato, aprovechó la última reunión del consejo de administración de Caja Madrid, que también preside, para exculparse de la gestión que ha llevado al banco a caer en manos del Estado, destacar la buena nueva para la entidad que será su rescate público por 19.000 millones y señalar quiénes serán los damnificados por esta nacionalización: los ciudadanos, los accionistas y los otros bancos.

En un documento, Rato asegura que el plan de recapitalización, que comporta una "inyección brutal de fondos", "es magnífico para Bankia y para su nuevo equipo gestor, pues lo que hace es provisionar o dotar las posibles pérdidas futuras derivadas de unas inversiones inmobiliarias excesivas realizadas en el pasado". Sin embargo, "desgraciadamente", ese saneamiento se va a hacer "a costa de fondos públicos (2% del PIB) y causando un grave perjuicio a los actuales accionistas de Bankia, pues el efecto dilutivo va a provocar una enorme caída en la cotización de la acción". En efecto, desde la nacionalización el pasado 9 de mayo, los títulos han caído casi un 50%, al pasar de 2,10 a 1,03 euros, y la previsión de los expertos es que el valor se reduzca a medio euro.

Además del daño al Tesoro Público y a los accionistas, Rato -quien dimitió como presidente de Bankia y su matriz, el BFA, dos días antes del anuncio de rescate- advierte de posibles "consecuencias negativas para el resto del sector financiero, que va a tener unos porcentajes de cobertura muy inferiores". Y es que, con las provisiones adicionales por valor de 15.000 millones, la entidad financiera cumple con los sucesivos requisitos reclamados este año por el Gobierno y alcanza un nivel de cobertura de casi el 50%, que es "la más alta de todas las entidades financieras de España y, por tanto, debe de serlo del mundo".

Auditoras

No hay que olvidar al respecto que las elevadas provisiones que se ha impuesto Bankia pueden ser la guía que sigan las dos auditoras independientes contratadas por el Gobierno para evaluar los activos de toda la banca, motivo por el cual buena parte de las entidades van a tener que hacer un renovado esfuerzo de coberturas.

El documento distribuido por Rato el pasado miércoles en el consejo de Caja Madrid eleva el rescate a 22.000 millones, si bien apunta que determinados "ajustes técnico-fiscales" facilitan que se reduzca a 19.000. Pero el texto, sobre todo, es un gran escrito de autoexculpación, en el que el expresidente de Bankia justifica su actuación e intenta explicar cómo la entidad pasó de declarar unos beneficios en 2011 de 309 millones a acabar admitiendo unas pérdidas de 3.318. Según Rato, "este cambio es solo consecuencia de unas provisiones adicionales que se efectúan con cargo al ejercicio 2011" y que fueron "exigidas por el deterioro del mercado inmobiliario y crediticio producido después del cierre de 31 de diciembre de 2011 (según afirmación del auditor)".

Por si no tuviera suficiente, Rato aseguró a los consejeros de Caja Madrid, que empezó a presidir en enero de 2010, seis meses antes de la fusión de esta con Bancaja que dio lugar a Bankia, que las citadas provisiones "tienen su origen en unas inversiones inmobiliarias que se hicieron en el pasado, que a fecha de hoy y dada la situación existente pueden considerarse excesivas, pero que debemos ubicar en el tiempo" y cita el verano de 2007, cuando estalló la crisis con las hipotecas basura, que provocó la parálisis de "nuevas operaciones de financiación inmobiliaria, por lo que cualquier exceso inversor inmobiliario es anterior a fecha". Tras conocerse el contenido del documento, Rato declaró ayer al diario "Expansión"que en el mismo "no critico a nadie; la nota es una descripción, una interpretación técnica de los ajustes". "Como presidente de Caja Madrid, tengo la obligación de dar explicaciones a los consejeros sobre lo que ha pasado", señaló el exvicepresidente del Gobierno.

Dancausa califica la reforma de "penosa"

La consejera delegada de Bankinter, María Dolores Dancausa, criticó ayer la reestructuración del sistema financiero, que calificó de "bastante penosa". En una entrevista en TVE, Dancausa pidió que la reforma financiera "se acometa de una vez por todas". También pidió que se distinga entre bancos buenos y malos, y aseguró que "la mayoría de los bancos somos sanos y solventes", como en el caso de Bankinter. "La banca no es la culpable de todo lo que está pasando" en España, dijo Dancausa, aunque admitió que ha tenido "parte de culpa" y que ha podido contribuir a los problemas, con la mala praxis de "unos cuantos gestores de cajas de ahorros". "Los contribuyentes no tienen que pagar la crisis ni tampoco las entidades que lo hemos hecho bien; no tenemos que pagar por la mala gestión de algunos". efemadrid