El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha descartado de plano que la banca española necesite el rescate de fondos europeos, y ha desvinculado el nivel de la prima de riesgo de España con la desconfianza de los inversores por la entrada de dinero público en Bankia. "No va a haber ningún rescate de la banca española", ha aseverado el líder del Ejecutivo en una rueda de prensa tras el Comité Ejecutivo del PP.

Preguntado por si está a favor de modificar el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) para permitir que los bancos puedan acudir a él para recapitalizarse sin pasar por sus Estados, Rajoy ha asegurado que "de eso está a favor mucha gente". "Yo desde luego", ha añadido.

Sobre la prima de riesgo, que supera en los mercados la barrera psicológica de los 500 euros, Rajoy ha negado que tenga relación con la nacionalización de Bankia y ha achacado sus niveles récord a los problemas del conjunto de la UE. "No creo que influya la decisión que se ha tomado sobre Bankia en la prima de riesgo", aseveró.

Mariano Rajoy ha hecho hoy un llamamiento a la Unión Europea para que "disipe cualquier duda sobre el euro" y deje claro que es un "proyecto irreversible" que, a su juicio, tiene que seguir avanzando hacia una mayor integración fiscal, monetaria y política.

En rueda de prensa tras la reunión del Comité Ejecutivo Nacional del PP, el presidente ha dicho que es necesaria "una apuesta clara, contundente y enérgica" por el euro y por la sostenibilidad de la deuda de los países que como España están cumpliendo con los compromisos europeos.

Ha destacado que con la prima de riesgo española en el entorno de los 500 puntos resulta muy difícil encontrar liquidez con la que refinanciar la "monumental deuda externa" acumulada en los últimos años, si bien ha destacado que las nuevas necesidades de financiación exterior son cada vez menores.

Rajoy ha afirmado que España apoya con determinación la existencia del euro, porque es fundamental para el futuro del país y de Europa.

En este sentido, ha defendido como uno de los principales retos a los que se enfrenta Europa la fijación de objetivos claros encaminados a conseguir la integración fiscal, monetaria y política, un debate que considera que ha de estar al mismo nivel que el planteado con la puesta en marcha de la moneda única.

También ha reclamado a la UE que plantee reformas estructurales para avanzar hacia un verdadero mercado único que permita mejorar la competitividad económica y que apoye desde un ámbito común a los trabajadores y a las pymes de los diferentes estados miembros.

Dentro de este escenario general de construcción europea es donde adquieren sentido los compromisos de España, que va a seguir avanzando en la reducción déficit público y en las reformas estructurales, ha dicho.

El presidente ha dado cuatro por las que continuar con el recorte del déficit: porque es bueno, porque el poco crédito disponible se lo están quedando las administraciones públicas en lugar de las familias y las empresas, porque es un compromiso que deriva de la pertenencia al euro y porque se corre el riesgo de no encontrar financiación en el mercado.

En lo que respecta a las reformas, ha insistido en que durante los próximos meses "casi cada viernes" se seguirán tomando decisiones que permitirán mejorar la competitividad de la economía española, con el "objetivo nacional" de recuperar el crecimiento y la creación de empleo.