Los responsables de Banco Sabadell tienen muy claro que el éxito de la compra de la CAM dependerá de la rapidez con la que consigan recobrar la confianza de los clientes y darle la vuelta al negocio. Por eso, para su primer año de gestión al frente de la entidad se han marcado un ambicioso objetivo: el de recuperar al menos el 60% de los fondos y de los clientes que la CAM ha perdido como consecuencia de la ruptura con Cajastur, la intervención del Banco de España y los numerosos escándalos que han salpicado a la antigua caja alicantina.

Así lo anunció ayer el director general del grupo catalán y futuro responsable de la CAM, Miguel Montes, durante la conferencia que ofreció en la escuela de negocios Fundesem ante una nutrida representación del empresariado provincial, entre los que destacaron el nuevo presidente de Coepa, Moisés Jiménez; el de Ineca, Joaquín Rocamora; el vicepresidente de Cepyme, Joaquín Garrido; el secretario general de Fempa, Luis Rodríguez; el presidente del Puerto, Joaquín Ripoll; o incluso algún exconsejero de la CAM, como Armando Sala.

Tras la presentación del presidente de Fundesem, Juan Amirola, Montes realizó un repaso de la "violenta" transformación que está sufriendo el sector financiero español debida, sobre todo, al enorme esfuerzo que suponen las provisiones para cubrir los créditos impagados y que, en estos momentos, ya se comen casi la mitad del margen de las entidades.

Ante esta situación calificó de inevitables las fusiones -"tenemos que hacer la digestión de una borrachera", afirmó- y señaló que aún queda recorrido para una mayor concentración en el sector, ya que en España las cinco primeras entidades sólo suman el 44% del negocio frente a más del 80% que representan en Holanda o Finlandia. Es más, dejó la puerta abierta a que el propio Sabadell protagonice una nueva integración en el futuro.

El ejecutivo señaló, en este sentido, que el grupo catalán cuenta con la ventaja de su amplia experiencia en fusiones -desde 1996 ha realizado una decena- y con una plataforma tecnológica que le permite integrar las bases de datos de las entidades absorbidas muy rápidamente. En el caso de la CAM, por ejemplo, se prevé que la integración operativa esté lista en un máximo de ocho meses desde el momento en que Bruselas dé el visto bueno a la operación, frente a los dos años que tardarán en Bankia.

Miguel Montes destacó una vez más el potencial de la compra de la CAM por la complementariedad de sus redes, su diferente enfoque (el Sabadell se centra más en el sector empresarial), y la gran implantación de la antigua caja en sus territorios históricos. No obstante, también reconoció que se trata de una "franquicia deteriorada", que ha pagado muy caro la mala gestión de sus anteriores responsables.

En concreto, según las cifras que facilitó el directivo, sólo entre 2011 y lo que llevamos de 2012 los clientes de la CAM han retirado de sus cuentas alrededor de 6.500 millones de euros y más de 100.000 de ellos directamente han cortado toda relación con la entidad. Igualmente, en el caso de Alicante la cuota de mercado de la entidad en depósitos ha caído desde el 50,8% que ostentaba en el año 2009 hasta el 38% actual. En Murcia el retroceso ha sido del 17,6% al 14,2% y en Valencia del 5,8% al 4%.

El objetivo del Sabadell es frenar rápidamente la sangría y darle la vuelta a la situación tan pronto como sea posible. Así, sólo este primer año su aspiración es recuperar al menos el 60% de los depósitos perdidos -lo que supone la captación de entre 3.500 y 4.000 millones- y una cifra proporcional de clientes. "Señores, vayan ustedes pensando en volver a la CAM", aconsejó el director general del Sabadell a los presentes.

A largo plazo, la aspiración es conseguir una cuota de mercado del 20% en el conjunto de los considerados como territorios históricos de la caja -la Comunidad Valenciana, Murcia y la islas Baleares- frente al 15% que sumarían en estos momentos las redes de CAM y Sabadell.

Inyección de "autoestima"

A juicio de Miguel Montes, para revitalizar la entidad alicantina lo primero que hace falta es una "inyección de autoestima" y que los empleados destierren "la más mínima sombra de vergüenza", porque "en este negocio la clave está en el mostrador" y en el trato a los clientes. A este respecto, Montes aseguró que "se harán todos lo esfuerzos posibles para corregir el mal recuerdo" que puedan tener algunos de estos clientes y se refirió en concreto a la situación de los propietarios de participaciones preferentes y de deuda subordinada, a los que señaló que el banco ofrecerá una solución (un canje) para que "puedan hacer líquidos sus ahorros". Igualmente, aunque recordó que no pueden recomprar las cuotas participativas, también afirmó que se les propondría algún tipo de alternativa.

Para que los trabajadores de las oficinas puedan centrar todos sus esfuerzos en la recuperación del negocio, el director general del Sabadell anunció que se segregarán los activos problemáticos heredados de la etapa anterior -principalmente los créditos a promotores- y se creará un equipo especializado que centralizará la gestión de los mismos, tanto desde Barcelona como desde Alicante.

Asimismo, con la intención de mejorar la actual cuota de mercado de la CAM en este segmento, una parte de la red de oficinas de la entidad alicantina se especializará en la atención a empresas a partir de 300.000 euros de facturación. En principio, además de en Alicante, se crearán sucursales de este tipo en Elche, Alcoy u Orihuela "y en cualquier otro sitio que ustedes nos indiquen", señaló a los empresarios presente en el salón de actos de Fundesem.

Ajuste de plantilla

En cuanto a los recortes previstos en la red, Miguel Montes señaló que la CAM perderá "el 80%" de las sucursales ubicadas fuera de sus territorios históricos, mientras que en estos últimos absorberá las oficinas del Sabadell y por lo que contará con alrededor de 600 delegaciones. Esto supondrá un recorte de personal equivalente al 25% de la plantilla actual de la caja alicantina -unos 1.500 empleos- aunque la supresión de puestos de trabajo se repartirá entre ambas entidades.

En cualquier caso, el ejecutivo recordó que no se realizará ningún ajuste hasta el año 2013 y señaló que se hará de forma negociada con los sindicatos para evitar "situaciones traumáticas". Además, también apuntó que la intención es evitar en la medida de lo posible que los recortes se concentren en Alicante por "los efectos sociales que tendría".

Aunque desde la adjudicación inicial del pasado mes de diciembre los responsables del Sabadell habían mantenido numerosas reuniones con los representantes de la principales instituciones económicas alicantinas y con empresarios particulares, existía una gran expectación por conocer los planes del grupo catalán y sus explicaciones. Miguel Montes debió convencerles porque al finalizar su exposición sólo el representante de la Asociación Valenciana de Impositores de la CAM (AIVCAM), Víctor Baeta, tomó la palabra para recordarle su compromiso de buscar soluciones para los cuotapartícipes.

El banco catalán reitera su compromiso con la Obra Social

El director general del Banco Sabadell, Miguel Montes, garantizó ayer que la entidad "mantendrá su vinculación con el territorio" y señaló su deseo de apoyar la Obra Social de la CAM. No obstante, recordó que la transformación de la antigua Caja del Mediterráneo en una fundación de carácter especial para gestionar estos activos "no depende de nosotros", por lo que no pudo concretar en qué consistirá su colaboración. En este sentido dejó la puerta abierta a convertirse en patrono benefactor de esta fundación o, en caso de que no pudiera ponerse en marcha la anterior, a crear una nueva organización a través de la que realizar "actuaciones de responsabilidad social corporativa" en la provincia y el resto de territorios históricos de la CAM.