Con la reforma del mercado de trabajo, el recorte de presupuesto y un escenario macroecnómico en el que el Producto Interior Bruto (PIB) va a caer un 1,5% en España durante 2012, según todos los organismos internacionales, no es posible crear empleo en el corto y medio plazo. Esa esa la opinión unánime de los expertos en economía. Cualquiera diría que un mercado como el español, que ha sido capaz de crear 4,6 millones de empleos en los años de crecimiento y de destruir más de 2 millones durante la crisis, es bastante flexible y por tanto no era necesaria la reforma del mercado laboral. ¿Por qué entonces se da un giro radical? Hasta el propio presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, reconoce que la reforma laboral no va a generar empleo, mientras que la patronal aplaude la reforma y los sindicatos vuelven a las movilizaciones al considerarla la más "lesiva y agresiva" de cuantas ha dado la democracia en España.

Para entender algunas claves sobre las razones que han llevado al Ejecutivo a modificar las condiciones de trabajo, facilitar el despido más barato o incentivar una recorte de los salarios, entre otras propuestas, algunos expertos como, el catedrático de Análisis Económico de la Universidad de Valencia y miembro de Fedea Javier Andrés, destacan que "se da un giro radical porque hace mucho tiempo que tendría que haberse reformado el mercado de trabajo para introducir la flexibilidad y evitar que cese la actividad de muchas empresas, sobre todo pymes, o los negocios de los autónomos". En esa línea de reflexión, la consultora PwC puntualiza que hemos estado demasiado tiempo excesivamente preocupados por cómo se entra en el mercado de laboral y por cómo se sale -es decir coste del despido- y no por cómo se "está a lo largo de todo la vida activa en un puesto de trabajo y que viene determinado por la negociación colectiva".

Esta reforma nos acerca al resto de normativas de los países de la Unión Europea (UE) y moderniza el mercado de trabajo dotándolo de la necesaria flexibilidad y vitalidad, pero "no será la panacea que frene de forma inmediata el incremento del desempleo, ni produza un repentino vuelco de la tendencia a la contratación", explica la mencionada consultora en su informe Una asignatura pendiente. Javier Andrés destaca que hay cuestiones "obvias" que impedirán la creación de ocupación en España durante 2012, ya que la economía seguirá en la senda de la recesión y hasta que no se crezca entre un 1,5% y un 2% seguirá aumentando el paro. "Aunque Alemania sea capaz de generar empleo en tiempo de recesión, debido a su modelo productivo, España no podrá. El año 2012 se da por perdido y es aventurado pronosticar cuándo comenzará a recuperarse el mercado laboral. Dependerá otros factores como la evolución de la economía en el conjunto de Europa", añade.

Sin contrato único

Otras voces autorizadas, como la del economista asturiano Florentino Felgueroso, experto en mercado laboral e investigador de Fedea, insiste en que el contrato único era "la verdadera solución para el mercado laboral", aunque el Gobierno no lo ha incluido en el decreto. Felgueroso sostiene que lo que necesita España es que el Gobierno regule el mercado laboral, "no que lo controle". La reforma laboral "va en la buena dirección" en términos de negociación colectiva, pero no tendrá "efectos directos en la contratación". En su opinión, se ha avanzado "de forma profunda" y que todas las medidas propuestas, conectadas entre sí, pueden afectar de forma indirecta a la creación de ocupación pero acusa al Gobierno de "seguir mareando la perdiz" y volver a ir por "el mismo camino" de las últimas cuatro o cinco reformas sin apostar por el contrato único porque lo rechazan sindicatos y empresarios, puntaliza.

Un principio básico de la reforma laboral, según insiste el Ejecutivo central, es que favorcerá la contratación. ¿Pero qué dicen los empleadores, los que tienen que proponer ofertas de trabajo? La patronal CEOE tan sólo se limita a asegurar que "facilita bastante" las posibilidades de contratación, pero instiste en que su "buena orientación" es para evitar una mayor destrucción de empleo". Más optimistas se muestra los autónomos y las pymes, ya que según el presidente de la Federación Española de Autónomos (Ceat), Pedro Barato, espera que su sector cree 1,5 millones de empleo, si bien la mayoría serán eventuales, de corta duración y si se tiene en cuenta el empleo neto -el que se crea menos el que se destruye- el balance tendrá que ser negativo. Los autónomos esperan crear empleo "como muy tarde a comienzos de 2013" con la prometida ley de emprendedores e incentivos fiscales, si bien puntualizan que la financiación será clave para cumplir estos objetivos. Por su parte, el presidente de la patronal Cepyme, Jesús Terciado, considera que "las pymes somos especialmente bien tratadas en le reforma", por lo que se pueden inmpulsar los contratos indefinidos, bonificados y compatibles con el paro y año de prueba.

Para el profesor de Análisis Económico de la Universidad de Valencia e investigador del IVIE Lorenzo Serrano, "es muy pronto para hablar de la posibilidad de generación de empleo aunque se faciliten incentivos para la contratación". Destaca que las empresas tendrán más facilitad para adaptarse a los "duros tiempos de los ajustes, intentar mantener su actividad y tener una negociación colectiva más ventajosa mediante las cláusulas de descuelgue en la negociación de los convenios colectivos". Reconoce que la tasa de paro de España seguirá muy por encima de la media de la Unión Europea.

Serrano resalta en su análisis que es poco sorprendente observar que con la crisis económica la tasa de paro ha crecido vertiginosamente en España, que se sitúa ya en niveles del 24% de la población activa. Sin embargo, "resulta más llamativo que también las ofertas de empleo vacantes hayan experimentado un ascenso a lo largo de estos últimos años pese a la mayor abundancia de candidatos potencialmente interesados en situación de paro", según constatan las estadísticas de Eurostat. Serrano atribuye este hecho a la falta de cualificación de los trabajadores españoles, lo que contrasta con la media de la UE, una circunstancia que la reforma laboral debería corregir con la mejor eficacia la formación profesional, resalta Serrano.

Rejuvenecer las plantillas

El profesor del IESE Sandalio Gómez también destaca que la reforma laboral otorga a las empresas la posibilidad de adaptarse a las circunstancias posibilitando las clausulas de descuelgue de los convenios colectivos, otorgando prioridad a los convenios de empresa sobre los de ámbito superior. Ahora bien, a pesar de su valoración positiva, considera que hay aspectos mejorables en la reforma, especialmente todo lo que se refiere a la contratación. "Las medidas adoptadas son poco incisivas y reclama una mayor contundencia para favorecer a los desempleados de larga duración, mayores de 45 años y a los jóvenes menores de 30 años", asegura este profesor universitario. Respecto a la contratación otro punto a estudiar de esta reforma es el periodo de prueba de un año de duración en los contratos indefinidos para jóvenes. En su opinión, "sería positivo establecer un porcentaje mínimo de la plantilla que esté formado por menores de 30 años", ya que esta cifra se puede disparar.

¿Y si la reforma no funciona?

En el aire quedan los resultados de la reforma laboral. Para Javier Andrés, es necesario que el Gobierno ponga en marcha una comisión de seguimiento para evaluar los resultados de la reforma laboral. ¿Y si al cabo de seis meses o de un año no tiene los resultados esperados?, se pregunta el profesor de Análisis Económico. En su opinión, la reforma laboral habrá que modificarla con el paso del tiempo si se demuestra que no funciona ni cumple los objetivos deseados. Veremos qué pasa en 2013.

Los incentivos para la contratación ya existen y apenas generan ocupación

El Gobierno quiere impulsar que las empresas de cualquier tamaño puedan contratar jóvenes, ya que la tasa de desempleo roza el 50% entre los menores de 25 años, lo que supone la más alta de España. Por eso la mayor parte de las ayudas se destinan a este segmento de la población. La nueva modalidad incluye una bonificación de 3.000 euros en la cotización a la Seguridad Social si el contratado es menor de 30 años, 3.600 si estaba en el paro y hasta 4.500 si es parado de larga duración. Se establece un período de prueba de un año y, una vez superado, la empresa puede acceder a las deducciones. Además, el contratado puede, voluntariamente, complementar el salario con el 25% de la prestación por desempleo que le correspondía al nuevo empleado. Y deducirse hasta el 50% de la cantidad que cobraba en desempleo. El problema surgirá cuando se quede en paro ya que habrá consumido esos días de prestaciones que abona el INEM.

La contratación de mujeres en sectores tradicionalmente masculinos también recibe ventajas fiscales. Otra ventaja para los jóvenes es que el contrato de formación, se permite su encadenamiento hasta los 30 años siempre que el paro no baje del 15%. La conversión de contratos de formación en indefinidos recibe también una bonificación en la cuota empresarial de entre 500 y 700 euros al año.

El Ministerio de Empleo y Seguridad Social estima que el coste económico de la reforma ascenderá al menos a 230 millones de euros en el primer año. Gran parte de ese gasto saldrá de las deficitarias arcas públicas y está ligado a las bonificaciones fiscales para empresas de menos de cincuenta trabajadores que contraten a menores de 30 años, así como en las ayudas destinadas para bonificar la contratación de trabajadores por parte de los autónomos. Este era uno de los planes estrella del PP, incluido en su programa electoral, para garantizar la creación de empleo en estos tiempos tan difíciles. Sin embargo, varias autonomías -como la Comunidad Valenciana- también han puesto en marcha durante los últimos ejercicios algunos planes semejantes para emprendedores. De este modo, el Consell tiene previsto destinar 84 millones de euros para emprendedores durante 2012 -por cierto, sin haber pagado todavía gran parte de las ayudas de 2011- mediante el abono de incentivos de entre 5.000 y 10.000 euros por la contratación de trabajadores. Los casi 85 millones de euros presupuestados por la Generalitat incluyen ayudas para las pymes y quiere impulsar sobre todo el empleo de los "jóvenes emprendedores". Con todo, a la vuelta de dos ejercicios, según constatan las organizaciones profesionales de autónomos, apenas se ha generado empleo debido al retraso de las ayudas que bloquean la cofinanciación de los proyectos.

Para el presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), Lorenzo Amor, la incorporación de bonificaciones fiscales en función del tamaño de la empresa acerca a España al resto de Europa y es "perfectamente constitucional", comenta en respuesta a las críticas realizadas por Comisiones Obreras y UGT.