La Bolsa española se hundió ayer un 2,1%, perjudicada por el retroceso de la banca tras acabar la prohibición de efectuar ventas a corto con sus títulos y por el nuevo retraso en la entrega del segundo rescate a Grecia. El principal indicador de la Bolsa española, el IBEX 35, cedía 183,50 puntos, la mayor caída desde el pasado 5 de enero, hasta 8.558,10 puntos, nivel similar al del cierre de la tercera jornada de este ejercicio. Las ganancias anuales desaparecen y desde enero se acumulan unas pérdidas del 0,1%.

En Europa, con el euro en 1,308 dólares, sólo subió París, el 0,09%, mientras que Milán bajó el 0,87%; el índice Euro Stoxx 50, el 0,18%; Londres, el 0,12%, y Fráncfort, el 0,09%. La caída del 0,75% de Wall Street en la víspera, arrastrada por Apple y por la decisión del Eurogrupo de retrasar la entrega del segundo rescate a Grecia, 130.000 millones, pesaba en la apertura del mercado nacional.

Además, influía el levantamiento de la prohibición de las ventas a corto con valores bancarios decidida por la Comisión Nacional del Mercado de Valores el miércoles -lo que permite especular más intensamente con sus acciones realizando apuestas a la baja-, así como la rebaja de la nota de ocho comunidades autónomas y la revisión por Moody's de la perspectiva de 114 entidades financieras europeas por la crisis de deuda.

Fruto de todo ellos, las entidades financieras española que cotizan en el mercado perdieron 5.411 millones de euros de capitalización. El valor de Bankia cayó un 7,28%; Caixabank se dejó un 6,22%; el Popular un 6,18%; el Sabadell un 5,97%; el BBVA, un 4,09%; Bankinter el 3,31%; y el Santander un 2,56%.

Mientras tanto, el Tesoro española colocaba deuda a medio y largo plazo por importe de 4.100 millones, aunque en una de las tres subastas celebradas tuvo que aumentar en medio punto el interés pagado, rompiendo la racha de las últimas adjudicaciones.