El informe del expediente abierto por el Banco de España contra antiguos responsables de la CAM por presuntas irregularidades cometidas durante su gestión, cuestiona en algunos aspectos las remuneraciones variables de los ejecutivos, así como algunas prejubilaciones y las dietas que cobraban los consejeros por representar a la entidad en empresas participadas.

En el caso de las prejubilaciones del comité de dirección, la investigación considera que se habrían aplicado supuestamente "condiciones económicas distintas, mejores, que al resto de la plantila acogida al ERE". El importe total percibido por los miembros del comité en concepto de prejubilaciones asciende a 15,5 millones, incluido el exdirector general, Roberto López, que salió de la caja con una indemnización de 5,6 millones. Además, sobre López Abad el supervisor considera que "existen dudas razonables" de que su adscripción al plan de prejubilaciones se realizase dentro del plazo establecido, "aunque formalmente es así", según consta en el documento. En otro apartado del expediente, los inspectores señalan que cuando el exdirector general de la CAM dejó este cargo para ocupar un puesto de responsabilidad en el entonces Banco Base (la cabecera de la fusión que la CAM había acordado con Cajastur) pactó que mantendría su salario en el caso de que decidiera volver a la caja. Para que se produjera este regreso bastaba con la voluntad del propio López Abad, sin más condiciones. Sin embargo, el documento también señala que, a pesar de su renuncia y su marcha a la cabecera del SIP, el ececutivo siguió recibiendo de la caja sus retribuciones como director general. Fue en base a este mismo salario cómo se fijó su indemnización el día en que decidió acogerse al plan de prejubilaciones de la CAM, según el informe.