Pocos empresas estarían dispuestas a pagar a un empleado todas las nóminas desde el mes de julio cuando, en realidad, lo han contratado en diciembre. Pues eso es exactamente lo que ocurrió cuando el expresidente de la CAM Modesto Crespo accedió también a la presidencia de Tinser, una participada de la caja, en diciembre de 2009, lo que permitió al empresario embolsarse 190.000 euros aquel año.

Así consta en el informe realizado por el Banco de España que ha originado la apertura de un expediente sancionador contra 49 ejecutivos y consejeros de la entidad por las supuestas irregularidades cometidas bajo su gestión, entre los que se encuentran el propio Crespo y los exdirectores generales de la CAM Roberto López Abad y María Dolores Amorós. Entre otros aspectos, el documento detalla el sistema ideado por López Abad para compensar las bajas dietas que cobraban los miembros del consejo de administración y de la comisión de control mediante su incorporación también a los órganos de gobierno de algunas filiales, un sistema que alcanzó su máximo apogeo con la llegada de Modesto Crespo a lo más alto de la entidad.

Como avanzó INFORMACIÓN el pasado 24 de julio, a pesar de las dificultades por las que ya atravesaba la caja en aquellos momentos, en el peor año de la crisis económica, Crespo fue el primer presidente de la CAM en exigir un sueldo fijo cuando accedió al cargo en junio de 2009, ya que teóricamente se trata de un nombramiento honorífico y de prestigio. Por este mismo motivo la legislación autonómica limita los pagos que pueden recibir los designados.

Para sortear la normativa, la solución encontrada fue nombrar al empresario ilicitano presidente de Tinser -una filial de la CAM dedicada a la tenencia de participaciones empresariales- asignándole una remuneración anual de 300.000 euros en concepto de dietas, según confirma el expediente del Banco de España, que también destaca que el administrador único de la firma hasta ese momento, Alfonso Rodríguez, jamás recibió contraprestación alguna por su trabajo a excepción de su salario como empleado de la caja.

El nombramiento de Modesto Crespo no fue aprobado por el consejo de administración de CAM hasta el 27 de noviembre de 2009 ni por la junta general de Tinser hasta el 9 de diciembre. Sin embargo, para que no perdiera dinero se acordó el pago de las citadas dietas "con carácter retroactivo para los dos últimos trimestres de 2009". Es decir, que el ilicitano cobró la remuneración que le hubiera correspondido desde el mes de julio a pesar de no ostentar cargo alguno en la empresa en esa época. En total, ese primer año se embolsó 190.000 euros, en 2010 la cifra ascendió hasta los 300.000 euros prometidos y en 2011 se quedó en la mitad, 150.000 euros, como consecuencia de su cese por la intervención de la entidad.

Un sueldo oficial bajo

En comparación, su retribución por su trabajo como presidente de la CAM era mucho más modesta, ya que dependía del número de consejos que se celebraran. En 2010 sólo ingresó por esta vía 8.564 euros. Los inspectores del Banco de España destacan, además, que ninguno de los acuerdos que permitieron a Modesto Crespo recibir estas cantidades "fue sometido a la aprobación de la asamblea general de la caja". Ni el empresario ni el exdirector general Roberto López Abad quisieron realizar ningún tipo de comentario ayer.

Aunque el también expresidente de Coepa fue el máximo exponente de esta práctica, el informe del supervisor señala que también se beneficiaron del mismo otros consejeros y miembros de la comisión de control. Al respecto, explica que fue en el año 2005 cuando el consejo de la CAM decidió acabar con las restricciones que existían hasta ese momento y que limitaban las dietas por representar a la caja en sus filiales a las mismas que se percibían por asistir a la asamblea general. A partir de entonces, los consejeros vieron mejorados sus ingresos, sobre todo a partir de su inclusión en las participadas Gesfinmed e Incomed. Algunos de los afectados consultados por este diario aseguran que el pago de estas dietas fue aprobado por la asamblea frente a lo que sostiene el Banco de España.

Tranquilidad entre los afectados

La mayoría de los afectados por el expediente sancionador abierto por el Banco de España consultados por este diario aseguraron encontrarse "tranquilos" y convencidos de que no habían cometido ninguna irregularidad. No obstante, todos prevén un proceso largo hasta que se resuelva el proceso y de hecho, muchos aseguraban no haber recibido todavía la notificación. Entre una parte de ellos también había sorpresa porque sólo dos directivos -Roberto López y María Dolores Amorós- estén expedientados frente a todos los miembros del consejo y la comisión de control. Otros también se preguntaban por qué el Banco de España no actuó antes si conocía que se estaban cometiendo irregularidades. r.c./d.n. alicante