La alegría ha durado poco. Crédito Inmobiliario, la entidad mexicana especializada en hipotecas que la CAM compró en el año 2009, vuelve a estar en pérdidas. Tras recibir más de 150 millones de euros para evitar su quiebra en 2010, la filial de la antigua caja alicantina había declarado 2,97 millones de beneficios en el primer semestre del año pasado, pero el aumento de la morosidad y el escaso margen de interés logrado en el tercer trimestre del 2011 han hecho aparecer de nuevo los números rojos. En concreto, el último balance trimestral de la entidad arroja un resultado negativo de 9,6 millones de euros.

En estos tres meses la entidad mexicana ha visto aumentar su volumen de préstamos impagados desde los 120 hasta los 161,7 millones de euros, lo que supone el 28,1% de su cartera crediticia total, que asciende a 574 millones. Fruto de este incremento de la morosidad la firma ha tenido que aumentar sus dotaciones, uno de los motivos de los malos resultados, pero la compañía también tiene un claro problema con su margen financiero. La diferencia entre el interés que paga por conseguir fondos y el cobra a sus clientes -la principal fuente de ingresos de cualquier entidad financiera- es de apenas cuatro millones de euros, lo que indica que paga demasiado cara su financiación. A ello hay que sumar que los ingresos por comisiones apenas llegan a los 7,6 millones, unas cifras demasiado ajustadas que no dan para cubrir imprevistos cuando los impagos se aceleran.

La parte positiva es que Crédito Inmobiliario logró en ese tiempo recudir ligeramente el volumen de inmuebles adjudicados en su poder que, no obstante, aún asciende a 173,9 millones de euros, según la información difundida por la propia sociedad.

La CAM compró la entidad mexicana en abril de 2009, cuando la crisis económica ya había estallado y sólo unos meses después de la caída de Lehman Brothers provocara el estallido de la burbuja inmobiliaria. Fue un empeño del entonces director general de la caja, Roberto López Abad, que siempre había apostado por una internacionalización de la entidad que también le llevó a adquirir el 5% del marroquí BMCE e incluso lo intentó con otra entidad ecuatoriana, una operación que frustró el Banco de España.

Entonces se desembolsaron 144 millones de euros por el 100% de la entidad que pronto hubo que volver a recapitalizar con otra inyección de 150 millones.

El futuro de esta participación está ahora en manos del adjudicatario de la CAM, el banco Sabadell, que en principio no tendría interés por conservarla, según explicó su consejero delegado, Jaime Guardiola, en la entrevista concedida a este diario el pasado mes de diciembre.