Desde que los agentes económicos han dicho que con mucha probabilidad acabaremos entrando en recesión este mismo año y que aquello de los brotes verdes era sencillamente mentira, los hogares españoles consideran fundamental el incrementar, en la medida de lo que puedan, sus ahorros porque se presumen tiempos muy complicados por venir.

Es por esta razón que desde el Banco de España, que periódicamente saca un boletín económico, se destaca que se está percibiendo un incremento de la tasa de ahorro de los hogares españoles, cosa que podemos corroborar dado el incremento en la contratación de depósitos y cuentas remuneradas que se ha producido en el comparador de bancos iAhorro.com que confirma esta tendencia.

Además incluye dicho boletín que se prevé que la tasa de ahorro de los hogares podría situarse tras pasada la crisis en términos y niveles superiores a los que tenían antes del 2007, comienzos de la misma. Y es que parece que la gente considera una especie de escarmiento lo ocurrido y considera que la única forma en el futuro de prevenirse de un caso similar es la de incrementar la cifra de dinero ahorrado.

Inicialmente se estabilizará la citada tasa en la medida que la crisis remite para con posterioridad incrementarse con el fin de que los hogares españoles incrementen a la vez su seguridad ante eventualidades futuras.

Eso sí, si el acceso al crédito y los hábitos de consumo no varían, esto puede no cumplirse; pero las últimas encuestas indican que sí se está produciendo, lo que implicará recortes en el consumo implicarán una nueva ralentización de la economía.

Pero estos comportamientos de las familias en cuanto al ahorro no han sido exclusivos en España, ya que en otros países, desde el inicio de la crisis hasta finales del 2009, los incrementos en las tasas de ahorro de las familias han indo en aumento (menos que en España), para luego caer de forma brusca en 2010 lo que implicó que las familias, siguiendo las indicaciones o palabras de ciertos jefes políticos percibían que la situación mejoraba con lo que dejaron de ahorrar para volver a la senda del consumo.

Si nos fijamos en los datos facilitados por el INE (Instituto Nacional de Estadística) la tasa de ahorro de los hogares se situó en el primer trimestre de 2007 cerca del 4% de su renta disponible y alcanzó su máximo en el cuarto trimestre de 2009, con una tasa cercana al 25%. A partir de 2010, la tasa de ahorro empieza a descender, hasta situarse en el 13,2% al cierre del segundo trimestre de 2011.

Pero ahora, con el recrudecimiento de la crisis y el incremento del desempleo (especialmente aquí), las cosas vuelven a pintar que la tasa de ahorro volverá a aumentar como medio de previsión para un futuro cercano nada halagüeño.

Lo que sí está claro, y todos los indicadores lo confirman, es que pasado lo peor de la crisis, la tasa de ahorro de las familias se mantendrá por encima de la que había en ese momento, debido sobre todo a las malas experiencias tenidas en estos últimos ya cuatro años. El ahorro vuelve a ser algo muy importante para el ciudadano medio, que en la época de falsa prosperidad olvidó dejándose llevar por el consumo a crédito.