El Banco Central Europeo (BCE), el Banco de Canadá, el Banco de Inglaterra (BoE), el Banco de Japón (BoJ), la Reserva Federal de EEUU y el Banco Nacional de Suiza anunciaron ayer una serie de medidas coordinadas para garantizar el suministro de liquidez al sistema financiero global. El anuncio dio un vuelco a las bolsas europeas, que cerraron la jornada con una subida media del 4%. La española ganó un 3,96% y recuperó las pérdidas de la semana pasada.

Los bancos centrales explicaron que estas medidas pretenden "aliviar las tensiones en los mercados financieros y mitigar sus efectos en el suministro de crédito a los hogares y empresas, así como fomentar la actividad económica". Asimismo, las entidades precisaron que estas acciones coordinadas mejorarán su capacidad de proporcionar liquidez al sistema financiero global.

Las seis entidades acordaron rebajar en medio punto porcentual el coste de sus actuales líneas de intercambio (swap) de liquidez en dólares, por lo que el nuevo precio, aplicable desde el 5 de diciembre, será el de la tasa del indicador de urgencia de swap del dólar (OIS por sus siglas eninglés) más 50 puntos básicos. A este respecto, el acuerdo alcanzado amplía la autorización para estas líneas de intercambio de liquidez en dólares hasta el 1 de febrero de 2013. Asimismo, el Banco de Inglaterra, el Banco de Japón, el BCE y el Banco Nacional de Suiza continuarán ofreciendo subastas a tres meses hasta nuevo aviso.

Las entidades informaron de que estos acuerdos estarán vigentes al menos hasta el 1 de febrero de 2013."En estos momentos no existe necesidad, al margen de en dólares, de ofrecer liquidez en monedas distintas a las locales, pero los bancos centrales juzgan prudente hacer los preparativos necesarios para poder proporcionar este respaldo de liquidez tan rapidamente como surja la necesidad", precisaron. La última vez que llevaron a cabo este tipo de medida fue hace dos meses pero, para encontrar un antecedente anterior, hay que acudir a la caída de Lehman Brothers en 2008.

La intervención conjunta para inyectar liquidez en el sistema financiero disparó ayer los mercados bursátiles y la prima de riesgo española se situaba pocos minutos antes del cierre del mercado por debajo de los 400 puntos básicos, en concreto en los 395.

Mercado bursátil

La Bolsa española cerró la última jornada de noviembre con una subida del 3,96% y así reconquistó la cota de los 8.400 puntos. El repunte de esta sesión, que se ha llegado a situar muy cerca de los mayores del año, minimizó las pérdidas mensuales a un 5,6%.

El pacto inesperado para reactivar el crédito prendió de verde al resto de las principales plazas europeas, al igual que al otro lado del Atlántico. Wall Street rebotaba también casi un 4%, en tanto que el Dax de Frankfurt encabezó las subidas en Europa, con un repunte del 4,9%. La Bolsa de Italia ganó un 4,4%, la de París, un 3,9%, y el Footsie de Londres, un 2,9%. El PSI de Portugal se revalorizó un 2,4%.

El Ecofin acuerda un sistema de avales nacionales para la banca

Los ministros de Economía de la UE acordaron ayer poner en marcha en 2012 un sistema de avales nacionales coordinados para las emisiones de deuda de la banca, similar al que se ha venido utilizando desde la quiebra del banco estadounidense Lehman Brothers en 2008, según fuentes diplomáticas. Esto significa que cada país tendrá que asumir posibles pérdidas de sus entidades. De lo que se trata con esta iniciativa es ayudar a los bancos, en plena crisis financiera, a conseguir financiación a medio y largo plazo, ya que la liquidez a corto plazo ya la proporciona el Banco Central Europeo (BCE). Se calcula que en los próximos meses la banca europea debe realizar emisiones por valor de entre 600.000 y 700.000 millones de euros. Los 27 han descartado, por la negativa de Alemania, un aval conjunto y solidario europeo para respaldar estas emisiones. Bruselas había propuesto esta idea para que las entidades domiciliadas en países sometidos a la presión de los mercados, como España o Italia, puedan refinanciarse en el mercado con más facilidad.

"Una mayoría de Estados miembros han expresado su preferencia por la puesta en marcha de un sistema de garantías nacionales pero estrechamente coordinadas, que se considera como el único que puede activarse rápidamente", señala el documento discutido por los ministros. La opción defendida por Bruselas, que contaba con el apoyo de Madrid y Roma, consistía en crear un fondo de la UE prefinanciado por los Estados miembros que asumiría el primer tramo de pérdidas de cualquier garantía. Las pérdidas adicionales las tendría que aguantar el país donde el banco esté domiciliado.

En el marco de la reunión, la vicepresidenta económica, Elena Salgado, transmitió a los ministros de Economía de la UE que el futuro presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, seguirá con la política de ajuste fiscal y las reformas para combatir la crisis de deuda y reactivar el crecimiento, y valoró la acción concertada del BCE y otros bancos centrales para facilitar la liquidez y reducir las tensiones en los mercados y opinó que este tipo de actuaciones es parte de su "obligación". Así, la ministra en funciones afirmó que el BCE ha llevado a cabo esta acción, "consciente de las necesidades y sin ninguna duda", y resaltó que "todos los países de la zona euro están aportando ideas para una mayor integración fiscal".