El próximo martes, 27 de septiembre, se celebra la subasta de energía eléctrica (Cesur), que servirá para calcular la tarifa de la inmensa mayoría de los consumidores domésticos en el último trimestre del año, periodo en el que los precios suelen subir.

Fuentes del sector consultadas apuntan a que este incremento podría rondar el 8 %, tal y como están evolucionando los precios de los futuros del mercado eléctrico. Los precios que resultan de estas subastan determinan, junto a los peajes fijados por el Gobierno y los impuestos, la tarifa eléctrica de último recurso (TUR), a la que pueden acogerse usuarios con potencias inferiores a los 10 kilovatios (hogares y pymes). Habitualmente los precios de la energía suben en esta subasta debido al efecto estacional por la mayor demanda existente en invierno.

En la tarifa de último recurso, los peajes representan cerca de la mitad, mientras que la otra mitad es el precio de la energía, que se obtiene de esta subasta. El Ministerio de Industria ha propuesto mantener congelados los peajes, que sirven para cubrir los costes regulado. El presidente de la patronal eléctrica Unesa, Eduardo Montes, coincide en que es previsible una subida del coste de la energía en esta subasta, dada la evolución de los futuros y por la estación que comienza. En cuanto a la otra parte de la tarifa regulada, los peajes, Montes califica de error la propuesta del Gobierno de mantenerlos para esta revisión. "No se pueden congelar los peajes si se quiere cumplir con el objetivo de déficit tarifario para este año. Si no se suben, va a ser difícil no sobrepasarlo", explicó.