No era su opción preferida -apostaban por una caja de ahorros como Ibercaja o la Caixa- pero los principales sindicatos de la CAM tampoco ven con malos ojos que finalmente sea el Banco Sabadell el que adquiera la entidad, sobre todo si la alternativa es una venta por piezas o la liquidación. Entienden que el menor solapamiento de las redes y la trayectoria de los catalanes de respetar las marcas que adquiere supondrá un mejor ajuste de personal, su mayor preocupación en este momento.

"Si es el Sabadell, bienvenido sea, lo único que pedimos es que se trata bien la plantilla, que ya ha sufrido bastante con toda esta historia, y que si hay un proceso de reducción de personal que se haga con medidas no traumáticas, mediante prejubilaciones", aseguró ayer Manuel Navarro, secretario general del Sicam, la organización más representativa de la entidad. "En cierto modo, tenemos que estar agradecidos de que hayan pujado y quieran hacerse cargo de la caja, no es cuestión de ponerles problemas ahora. Nos conformamos con que no toquen las condiciones laborales", añade el portavoz de la plantilla.

"Se pueden plantear algunos problemas en Cataluña y Madrid, que es donde más se solapa la red de oficinas, y también en los servicios centrales, pero es cierto que los números que se barajan sobre los posibles recortes son menores con el Sabadell que con otros candidatos", apunta Federico Pastor, secretario general de UGT-CAM. Así, si con otras entidades, especialmente con los dos grandes bancos, se hablaba de una reducción de hasta 2.000 empleos, con el banco catalán la cifra podría ser la mitad.

"En cualquier caso, tenemos que ser muy prudentes porque no conocemos el contenido de la oferta que se ha presentado. En cualquier caso, está claro que siempre será mejor que vender la caja por partes", argumentaba el sindicalista.

Por su parte, la CGT denunció lo que considera una "negligente actuación" por parte del Banco de España que, a su juicio, ha puesto "en peligro su continuidad, los puestos de trabajo y el mantenimiento de la Obra Social", en alusión al escaso interés despertado por la subasta de la CAM entre los compradores. Mediante un comunicado, este sindicato reclamó la "depuración de responsabilidades" y la creación de una banca pública que se haga cargo de la caja.