La cifra es rotunda. Más de la mitad de los créditos que la CAM tiene concedidos a empresas del sector inmobiliario son morosos. Así lo revela el informe de auditoría que ayer presentó la entidad a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y que deja claro que el mayor problema de la entidad ahora nacionalizada es su exposición al ladrillo.

Promotores y constructores tienen un saldo pendiente con la caja alicantina de 12.677 millones de euros, lo que representa más de la cuarta parte de la cartera crediticia total de la entidad. De esa cifra, 6.437 millones de euros (el 50,7%) están clasificados como "dudosos", lo que significa que son préstamos en los que ya se han producido al menos tres impagos consecutivos. Pero, además, otros 1.334 millones se consideran "subestándar", que es como la normativa del Banco de España denomina a los créditos con un elevado riesgo de mora.

De esta forma, el sector inmobiliario es el responsable directo del 70% de las pérdidas que registró la caja en el primer semestre del años, 1.136 millones de euros, tal y como adelantó INFORMACIÓN el pasado 9 de septiembre.

Hipotecas al día

Frente a las abultadas cifras de impago de las empresas, en las hipotecas a particulares -que suman otros 19.539 millones- la morosidad apenas es del 5,4%. En el caso de los créditos al consumo asciende al 9% y llama la atención la elevadísima tasa que presentan las entidades sin ánimo de lucro, que deben a la caja 228 millones de euros con un volumen de impagados del 32%. En total, el volumen de préstamos morosos de la CAM suma 9.892 millones de euros, lo que supone el 19,5% del total. La media del sistema financiero es del 6,94%, según datos del pasado mes de julio.

Sobre las causas que han conducido a esta situación, los administradores nombrados por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) señalan en su informe la mala coyuntura económica existente, con una elevada tasa de paro, falta de financiación en el mercado y una parálisis total del sector de la construcción. Pero también apuntan factores propios de la CAM y no dudan en señalar a los anteriores gestores de la entidad.

Así, aseguran que la ruptura de la fusión con Cajastur provocó que los directivos de la caja centraran sus esfuerzos "en los sucesivos intentos de lograr una integración con otra entidad", por lo que descuidaron sus funciones de "seguimiento, control y gestión de las operaciones propias de su negocio". Fue esto lo que, a juicio de los autores del informe, llevó al consabido aumento de la morosidad y también a las dificultades de liquidez que presentaba la CAM en el momento de su intervención y que obligaron al Banco de España a dotarla con una línea de crédito especial de 3.000 millones de euros.

El resto de cajas ganan más

Mientras la arroja esta cifras negativas, el conjunto del resto de cajas de ahorros españolas ganaron en el primer semestre del año 2.130 millones de euros, un 17,7 % más que en el mismo periodo de 2010, gracias a unas menores dotaciones que realizaron para hacer frente a posibles insolvencias, según la patronal del sector, la CECA.

KPMG alerta de que la continuidad de la caja depende del FROB

La auditora KPMG, que durante dos décadas ha revisado las cuentas de la CAM, alerta en su revisión de las cuentas semestrales de que "la evolución de su negocio y la continuidad de sus operaciones dependerán del éxito del plan" que han puesto en marcha los administradores nombrados por el FROB para sanear y, posteriormente, adjudicar la caja. Así, mientras no se despeje la incógnita de quién será el nuevo propietario y cuáles son sus intenciones, se mantendrá "una incertidumbre sobre la capacidad del Grupo CAM para continuar" con el negocio "de forma que pueda realizar sus activos y liquidar sus pasivos". Por esta misma incertidumbre y por desconocer el futuro plan de negocio del comprador, la auditora señala que desconoce si será posible recuperar los créditos fiscales que han anotado los administradores en el balance y que han reducido las pérdidas declaradas. Estos créditos son compensaciones que la CAM podría desgravarse en el Impuesto de Sociedades en un futuro por la pérdidas actuales, pero para ello necesita volver a tener beneficios. El informe también deja claro que la entidad no habría podido seguir sin la intervención del FROB, que le devolvió "transitoriamente" la solvencia al concederle una línea de crédito de 3.000 millones de euros e inyectar otro 2.800 millones en forma de capital.

Garicano pide la quiebra

Por su parte, el catedrático de Economía de la London School of Economics Luis Garicano rechazó ayer la inyección de capital público en la CAM. Considera que la caja alicantina no es sistémica y que el dinero a gastar es excesivo, por lo que abogó por su quiebra. efe/d.n. alicante