Ha llegado el momento de apretarse el cinturón. El pleno de la Cámara de Comercio de Alicante aprobó ayer las líneas maestras de su plan estratégico para el próximo año que incluye una notable reducción de los gastos para adaptarse a la nueva realidad económica, por un lado, y a la supresión de las cuotas camerales que hasta ahora pagaban obligatoriamente todas las empresas, por el otro. El objetivo es ahorrar al menos un millón de euros en el presupuesto de 2012, por lo que habrá que rebajar todas las partidas, incluida la de personal.

Para ello, los responsables de la Cámara tienen previsto iniciar un proceso de negociación con los representantes de la plantilla para pactar un plan de bajas incentivadas en el que no se han marcado, a priori, unos objetivos determinados, según explicaron ayer fuentes de la institución presidida por José Enrique Garrigós. En la actualidad la Cámara emplea a un centenar de trabajadores y ya había acordadas con anterioridad tres prejubilaciones que se sumarán a este proceso.

En función del número de empleados que estén dispuestos a marcharse, la entidad adaptará el resto de sus cuentas, aseguran las mismas fuentes, que rechazan la adopción de medidas traumáticas. De esta forma, Alicante se sumaría a las Cámaras de Madrid o Barcelona, que también han anunciado importantes recortes de personal de hasta un 25% de su plantilla.

Más austeridad

En paralelo, el equipo de Garrigós también tiene la intención de entablar conversaciones con los proveedores de la institución para rebajar el importe de las facturas de la luz, la telefonía y del resto de suministros. Además, se aplicarán medidas de austeridad en todos los departamentos. La intención es que el presupuesto final de gastos se reduzca desde los 8,5 millones de euros previstos para este año a una cifra de entre 7 y 7,5 millones.

En este sentido, hay que tener en cuenta que el próximo año sólo estarán obligadas a pagar la cuota cameral las empresas con más de 10 millones de euros de facturación que hayan declarado beneficios, lo que reduce notablemente la capacidad de financiación de la institución. En 2013 dejarán de pagar este canon todas las compañías.

Por este motivo, junto con la reducción de gastos, la mayor preocupación de la Cámara de Comercio en estos momentos es la de generar nuevos ingresos, para lo que se aumentará el número de servicios que la institución presta a las empresas. Así, el pleno de ayer también aprobó la ampliación y renovación del catálogo de la Cámara, que ofrecerá un total de 221 productos, de los que 90 son de nueva creación o adaptados. La lista podría ampliarse aún más ya que hasta dentro de un mes no se cerrará el documento definitivamente para dar la oportunidad de que los miembros del pleno realicen sus aportaciones, según explicó el gerente de la institución, Carlos Mazón.

Por su parte, José Enrique Garrigós señaló que "la filosofía de la Cámara es modernizar la entidad y ofrecer servicios que se adapten e incluso se adelante a las necesidades de los empresarios, sin olvidar las particularidades de sectores punteros como la internacionalización, el turismo y el comercio, o la formación".

El pleno de ayer también aprobó la liquidación del ejercicio de 2010, que se cerró con un saldo negativo de 194.301 euros, una cifra un 64,9% inferior a lo previsto inicialmente que era un déficit de 554.000 euros, según fuentes oficiales de la institución.