"No puedo dar más detalles, pero hay constatados servicios (a los antiguos directivos) por parte de mujeres de moral distraída en Suiza, y a 2.000 euros la hora, o sea que imagínate qué alto standing", señaló hoy Diego de Ramón, el abogado que ha denunció a la cúpula de la caja ante la Audiencia Nacional.

Además, el letrado ha dicho que a este tipo de prácticas, consentidas por los políticos, también se sumaban hoteles de lujo en la India, por ejemplo, además de los ya conocidos escándalos por las pensiones vitalicias y los sueldos desorbitados.

"Lo que ha ocurrido aquí es una vergüenza nacional. Esto no hubiera ocurrido si los políticos no lo hubieran permitido. Pero eran todos bocas cerradas", añade De Ramón.

"¿Por qué nadie actuó? Porque estaban dentro los políticos. Y cómo van a sancionar a la entidad que les dejaba dinero...", asevera De Ramón.