Si la extensa red de oficinas que posee en la Comunidad Valenciana y Murcia es el principal atractivo que la CAM tiene para sus posibles compradores, por qué no van a estar igualmente interesados en otra entidad, el Banco de Valencia, que también centra su actividad en estas mismas regiones. Al menos así lo cree el presidente de Bankia, Rodrigo Rato, que ya ha empezado a contactar con las entidades que participan en la puja de la caja alicantina con el objetivo de colocar su filial, en la que el Banco de España ha detectado un agujero de capital que podría superar los 800 millones de euros, según confirman fuentes del sector y de las firmas interesadas.

En cualquier caso, las citadas fuentes descartan que la salida a la venta del Banco de Valencia pueda entorpecer la subasta o reducir el interés de los postores por la CAM que, por su mayor tamaño, sigue siendo la "pieza más apetecible". "Para cualquiera de los posibles compradores, incluidos los dos grandes bancos -BBVA y Santander-, quedarse con la CAM supone un importante salto en su cuota de mercado en España, que no conseguirán" con la filial de Bankia, señalan desde una de las entidades participantes en el proceso.

Al cierre del primer semestre del año, el volumen de activos de la antigua filial de Bancaja alcanzaba los 23.853 millones de euros, apenas un tercio de los 71.297 millones que tenía en balance la caja alicantina. Esta última cuenta, además, con otra ventaja importante: el trabajo de saneamiento y afloramiento de pérdidas que han realizado los gestores designados por el FROB desde su llegada a la entidad el pasado mes de julio, una tarea que aún está pendiente en el Banco de Valencia. Precisamente, algunos de los posibles compradores tanteados por el equipo de Rodrigo Rato ya le habrían trasladado la necesidad de "limpiar" las cuentas del banco antes de la venta.

La participada se encuentra en estos momentos pendiente de las conclusiones de la inspección que el Banco de España le está practicando desde hace casi un año. Según distintas fuentes, entre las necesidades de capital para alcanzar los nuevos mínimos legales y las provisiones que tendría que dotar para hacer frente al aumento de su tasa de morosidad, el Banco de Valencia necesitaría entre 600 y 800 millones de euros.

En el caso de que se decidiese recapitalizar el banco mediante una ampliación de capital, a Bankia le correspondería desembolsar unos 300 millones en virtud el 28% del accionariado que posee, una cantidad que se sumaría a los 1.140 millones que el grupo ya debe encontrar para reforzar sus propios recursos, tras la decisión de los países de la Unión Europea de exigir un mayor nivel de solvencia a las grandes entidades.

También está por ver que el resto de socios quieran participar en la operación, por lo que cada vez parece más probable que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) acabe haciéndose cargo de la entidad. El peligro de esta opción son las bajísimas valoraciones que realiza el fondo público -en el caso de la CAM la tasó en cero euros y aplicó descuentos de más del 90% en CatalunyaCaixa o Novacaixagalicia-, por lo que Rato preferiría encontrar un comprador privado aunque el precio a pagar tampoco fuera muy elevado, apuntan fuentes del sector financiero. Es la segunda vez en pocos meses que el exvicepresidente del Gobierno intenta deshacerse del Banco de Valencia, según las mismas fuentes.

Premio de consolación

Se da por sentado que la filial de Bankia será el "premio de consolación" de los que pierdan la puja por la CAM, aunque hay quien apunta que el comprador de ambas podría ser el mismo. "Lo cierto es que son compatibles. La CAM está más centrada en el negocio de particulares y en Alicante, y el Banco de Valencia tiene más peso entre las pymes y su red es más amplia en Valencia", explica uno de los consultados, que recuerda que el Sabadell ya intentó pujar por la cordobesa Cajasur (intervenida por el Banco de España) al mismo tiempo que lanzaba su OPA sobre el Guipuzcoano. De hecho, esta doble carambola sería la que permitiría al banco catalán situarse de nuevo por delante del Popular, que acaba de quedarse con el Banco Pastor.

No obstante, los que siguen teniendo más posibilidades de quedarse con la CAM siguen siendo el Santander (a través de Banesto), el BBVA y Barclays, el que está en mejor situación tras las nuevas pruebas de estrés europeas, aunque no tiene claro su interés. También siguen en la puja Caixabank, Ibercaja y el fondo "buitre" JC Flowers.

Fitch rebaja la nota del Banco de Valencia

La agencia Fitch rebajó ayer dos escalones la calificación del Banco de Valencia, hasta el nivel del "bono basura", al tiempo que puso en revisión por un posible recorte la viabilidad del Banco Financiero y de Ahorros (matriz de Bankia) por ser su primer accionista. En un comunicado, Fitch explica que el grado de viabilidad del Banco de Valencia se ha debilitado debido a que su capacidad para seguir adelante sin apoyos ha empeorado por el deterioro del entorno económico y del negocio. La agencia destaca, además, la "escasa" rentabilidad del banco y recuerda su dependencia del sector inmobiliario. efe madrid