Gran parte de las indemnizaciones millonarias percibidas por los seis altos directivos de la CAM que se acogieron al Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que está en marcha en la entidad desde finales de junio no tendría que ser declarada ante el fisco, dado que el importe exento de tributación sería el equivalente al de un despido improcedente de 45 días por año trabajado, con un máximo de 42 mensualidades (3,5 años), de acuerdo con la nueva regulación del tratamiento fiscal de las indemnizaciones derivadas de ERE´s del año 2009. Las cantidades que excedan de se límite sí deben ser declaradas, pero tendrían una deducción del 40%.

Entre los seis directivos que salieron prejubilados de la caja en las primeras fases de aplicación del ERE suman una indemnización de alrededor de 15 millones, llevándose el mayor pellizco el exdirector general Roberto López, con cinco millones brutos (3,8 netos). Dos millones cada uno se embolsaron el director general adjunto, Agustín Llorca; el de participaciones empresariales, Joaquín Meseguer; el de recursos, Vicente Soriano, así como el director territorial de la zona norte, Gabriel Sagristá y el de inversiones inmobiliarias, Daniel Gil.

Aunque el sistema de exención tributaria rige para el resto de prejubilados acogidos al ERE -hasta la fecha ya han salido casi la mitad de los 853 previstos-, las cantidades percibidas por los empleados de "a pie" son mucho más bajas, al ser su retribución inferior. De hecho, la indemnización media -excluidos los directivos- se sitúa en torno a los 218.000 euros brutos y una parte importante apenas supera los 100.000. Frente a estas cifras, los ejecutivos prejubilados percibieron una media de dos millones.

Los sindicatos con representación en la caja decidieron el pasado lunes reclamar a los administradores nombrados por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) para la CAM información "mediante requerimiento notarial" sobre el sistema y cálculos de las indemnizaciones, así como de otros datos como el balance de las cuentas que recientemente presentaron los interventores y que reflejaba unas pérdidas de más de 1.100 millones y una tasa de morosidad del 19%, la más elevada del sector.

Además, los representantes de los trabajadores ya criticaron en su día el hecho de que los directivos y responsables de la gestión que ha conducido a la CAM a la situación actual: intervenida por el Banco de España y pendiente de ser vendida mediante proceso de subasta, fueran los primeros en acogerse al ERE. Roberto López salió en la primera fase -el 30 de junio- y el resto en las siguientes. Pero todos ellos lo hicieron antes del 22 de julio, fecha de la intervención. Agustín Llorca, incluso, se prejubiló justo el día anterior a que el FROB tomara el control de la caja.

La publicación de los elevados sueldos e indemnizaciones millonarias que están percibiendo algunos directivos de entidades financieras españolas, algunas de las cuales ha recibido ayudas públicas, están levantando ampollas dentro del sector y causando gran indignación en el seno de la sociedad, azotada por una grave crisis económica. Incluso, en los últimos días se ha elevado y extendido el tono de las críticas tanto desde los sindicatos como desde los partidos políticos.

IU ya ha solicitado al Banco de España que investigue las indemnizaciones en la CAM, mientras que el coordinador de Economía del PP, Cristóbal Montoro, consideraba ayer "inadmisible" que los directivos de algunas cajas disfruten de sueldos o indemnizaciones por despido millonarias, sobre todo cuando se trata de entidades que han necesitado fondos públicos para sanear sus balances.