La Ley de Puertos ha dotado de autonomía a cada una de estas instalaciones, pero eso no quiere decir que la gestión la vayan a detentar los gobiernos autonómicos, aunque hay alguno que así lo quiera, según el presidente de Puertos del Estado, Fernando González Laxe. Para el responsable, esta ley es uno de los hitos principales alcanzado durante sus dos años al frente de la presidencia del ente estatal, que además se ha conseguido con "el consenso de todos", y que permite tener un marco referencial más estable.

La Ley ha dotado de "autonomía a los puertos", ya que cada autoridad portuaria tiene la posibilidad de actuar con flexibilidad a la hora de aplicar una tarifa u otra. Esta autonomía portuaria no quiere decir, según Laxe, que se vayan a traspasar a las comunidades autónomas, ya que conjunto de las autoridades portuarias es uno solo si bien cada uno con su propia autonomía.

En el mundo portuario hay tres modelos de explotación. Uno es el privado, que se emplea en los puertos ingleses e irlandeses; otro es el hanseático, donde intervienen las autoridades locales, provinciales y nacionales, propio de los países del norte de Europa; y otro es el que, perteneciendo al Estado, ponen de forma autonómica sus propias tasas. En el caso español, que forma parte de este último tipo, con la nueva ley se ha logrado que las tasas se rebajen, tanto al barco, a la carga y al pasaje, de forma que los puertos españoles puedan ser más competitivos.

Estas tasas están condicionadas, tanto para ser más elevadas como más bajas, a los resultados del año anterior, de forma que se pueda permitir la dosificación de cada puerto y que si bien haya más competencia con las instalaciones de otros países, no se compita entre puertos nacionales próximos. De cara al futuro es "muy importante" que se sigan estableciendo las denominadas "autopistas del mar", fundamentalmente la conexión de Vigo con Francia, tras los buenos resultados que ha aportado la de Gijón con puertos de ese mismo país. En el caso de Vigo, según Laxe, "estamos trabajando para que tras la retirada de Acciona y la entrada como accionista de Compañía Marítima Hispano Francesa se permita el cambio de accionariado y comience a funcionar".

Con estas dos autopistas en funcionamiento se pueden retirar miles de camiones de las carreteras y aprovechar el transporte intermodal, evitando los embudos que se forman en el transporte viario. La conectividad de los puertos con el ferrocarril es uno de los retos que tiene el futuro del transporte intermodal en España y, para Laxe, el grado de conexión que se consiga será "vital" para la salida y entrada de mercancías en este país que es como una isla y que se puede convertir en una extraordinaria plataforma logística.