El Banco de España dio por concluida este viernes la recapitalización de las trece entidades que no daban la talla en materia de capital, aunque ello le obligó a quedarse con tres de ellas, Unnim, NovacaixaGalicia y CatalunyaCaixa, y a intervenir una, la CAM, con un desembolso total de 7.550 millones de euros.

El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, había dado de plazo hasta este viernes a las entidades para alcanzar el mínimo de capital exigido, bien mediante salidas a bolsa, operaciones corporativas, ampliaciones de capital o fusiones.

Al cumplirse el plazo, el gobernador compareció para dar cuenta del intenso proceso de recapitalización que se ha desarrollado en los dos últimos años, y que ha permitido no sólo sanear las entidades, sino reducir su número.

Este proceso ha sido especialmente intenso en las cajas, de las que sólo quedan 15, frente a las 45 de 2009.

Ahora, en cualquier caso, se da por concluido el proceso abierto para que las entidades cumplieran con el mínimo del 10 % de capital principal -8 % si cotiza en bolsa-, dijo el gobernador.

En un principio eran trece entidades, la mayor parte cajas, las que tenían que buscar la manera de captar los fondos privados necesarios, y no todas ellas lo han logrado.

De hecho, según se anunció hoy, el Estado -a través del Fondo de Reestructuración Bancaria Ordenada (FROB)- se ha visto obligado a quedarse con el 100 % del banco de Unimm -Caixa Terrasa, Caixa Sabadell y Manlleu-.

Igualmente, ha tenido que entrar con el 90 % de CatalunyaCaixa -Caixa Catalunya, Manresa y Tarragona- y con el 93 % del NCG Banco, entidad que asume las competencias financieras de Novacaixagalicia.

Se trata, según dijo el gobernador, de dar una nueva oportunidad a estas entidades, en algún caso con nuevos gestores, para fortalecerse y asegurar su pervivencia.

Caso contrario es el de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), entidad intervenida y en proceso de subasta.

"La gran diferencia con el resto es que la CAM no es viable", dijo Fernández Ordóñez, quien tuvo duras palabras para la entidad y para sus anteriores gestores.

Los administradores del Banco de España despidieron esta semana a la directora general, María Dolores Amorós, que según se desveló hace unos días cobraba una retribución anual de 593.040 euros, además de una renta vitalicia de 369.497 euros por ejercicio.

Sobre ella pesa la sospecha de haber buscado "el beneficio propio, falsear las cuentas y realizar una gestión deficiente" cuando fue directora general.

"La CAM es lo peor de lo peor", afirmó el gobernador, quien reconoció que, como persona, la información que estaba saliendo sobre los anteriores gestores de la CAM le parecía "escandalosa". El supervisor no ocultó además que al final, la intervención y subasta de la CAM le pueda costar dinero al contribuyente.

"Pero no podemos actuar con las tripas. Hay un protocolo que tenemos que seguir de manera exquisita y escrupulosa", explicó.

En cuanto al resto de entidades, confirmó que se había dado un plazo adicional de 25 días a dos de ellas, BMN y Liberbank, para completar su recapitalización, aunque indicó que su situación era "solida".

Otra de las entidades que requería mejorar su capital era Caja EspañaDuero, que avanza en su fusión con Unicaja.

A ellas se unen Bankia y Banca Cívica, que lograron los fondos necesarios saliendo a bolsa este verano, así como Barclays y Deutsche Bank, que recibieron fondos de sus matrices y Bankinter, que amplió capital.

Otro banco que tenía que mejorar su solvencia era Bankpyme, cuyo negocio ha sido adquirido por Caixabank por 16 millones, según se anunció hoy.

En total, la reestructuración ha costado al Estado, a través del FROB, un total de 7.551 millones, a los que se unen los 5.838 millones que las entidades han captado de inversores privados.

Esto eleva a 13.389 millones el coste total de la reestructuración, cifra que se sitúa por debajo de los 15.152 millones calculados inicialmente.

El gobernador hizo un balance positivo del proceso que concluye hoy, y que ha permitido sobre todo redimensionar el sector "después de la borrachera que se produjo entre 1994 y 2006, y que hizo que el sector creciera por encima de lo que el país se podía permitir".

Al respecto, el portavoz del Gobierno, José Blanco, aseguró que el sector financiero es ahora "más solvente, eficiente y transparente", una opinión que también compartió la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), que destacó el "notable esfuerzo" hecho para cumplir con los nuevos requisitos de capital.

El coordinador de Economía del PP, Cristóbal Montoro, aseguró que aunque se han hecho avances en la reestructuración, el próximo Gobierno tendrá por delante la tarea de "seguir promoviendo" este proceso.

Por último, la agencia de calificación Fitch auguró a las tres entidades adquiridas por el Estado un futuro complicado, con problemas para generar capital interno y "pérdidas potenciales" en sus créditos.