El primer ministro griego, Yorgos Papandreu, afirmó hoy en Berlín que las ayudas de los países de la zona euro para reflotar la economía y finanzas de su país son una inversión para el futuro que beneficiará a toda la Unión Europea. Mientras, la canciller alemana, Angela Merkel, ha asegurado ante un grupo de empresarios alemanes que el país hará todo lo que pueda para reconstruir la confianza en la endeudada economía de Grecia mientras su Gobierno implementa las reformas necesarias para cumplir con las condiciones marcadas en el programa de ayuda.

"No se trata de una inversión en los errores del pasado, sino en los éxitos del futuro", dijo Papandreu ante la cúpula empresarial germana reunida en el Día de la Industria Alemana, a quienes garantizó que "Grecia cumplirá todos los compromisos adquiridos".

El primer ministro griego subrayó que su pueblo está asumiendo enormes sacrificios y, en alusión a Homero y la mitología helena, señaló que "me preguntan si lograremos alcanzar Itaca" como Ulises o si los esfuerzos no son mas que "una labor de Sísifo". Asimismo hizo autocrítica en nombre de toda la clase política de Grecia al afirmar que "no somos un país pobre. Hemos sido un país mal gobernado".

Papandreu hizo también referencia al "doloroso camino" que debe recorrer el pueblo griego y a los esfuerzos que ha hecho hasta ahora su gabinete, con una drástica reducción del déficit del país en 2010 que, en el caso comparativo de Alemania, habría supuesto un ahorro equivalente a 125.000 millones de euros.

Papandreu reclamó "respeto" hacia los esfuerzos de su gobierno y su pueblo, agradeció la solidaridad de los socios europeos y advirtió de que "debemos demostrar a los mercados que somos capaces de resolver la crisis".

"Aportaremos toda la ayuda deseada desde el lado alemán para que Grecia recupere la confianza", aseguró Angela Merkel en una conferencia ante un grupo de empresarios industriales, ante el cual también intervino Papandreu.

Asimismo, la canciller alemana también defendió en su intervención que la economía europea no está preparada para implementar nuevos planes de estímulo y garantizó que los superávit en las exportaciones nunca serán sancionados dentro de la Unión Europea.

Por otro lado, reclamó a Estados Unidos que implemente los acuerdos de Basilea III o se producirán mayores riesgos de distorsiones en la competitividad, al mismo tiempo que señaló que la regulación internacional de los 'hedge funds' deja mucho que desear.