Las tensiones financieras de la Generalitat no remiten. Todo lo contrario. La delicada situación económica del Consell se agrava minuto a minuto con menos margen de liquidez, más gasto corriente y un mayor desembolso para hacer frente a la factura derivada de la abultada deuda autonómica. Eso se desprende, al menos, del análisis del estado de la tesorería de la Generalitat durante los siete primeros meses de 2011, documento publicado ayer en el Diari Oficial de la Comunitat Valenciana (DOCV). En ese periodo, el desfase negativo de la tesorería -diferencia entre los cobros y los pagos- alcanzó los 314 millones de euros -unos 52.000 millones de las antiguas pesetas- lo que evidencia las dificultades del Consell para hacer frente a las reclamaciones de sus proveedores.

El panorama, en todo caso, es mucho más desalentador si se tiene en cuenta que, un año antes, ese indicador fue todavía positivo en un volumen de 228 millones. El paso de los meses, sin embargo, ha ido deteriorando el estado de la tesorería del Consell, el indicador que mide el margen de maniobra para hacer frente a sus obligaciones en un plazo de tiempo razonable. La Generalitat arrancó el ejercicio, según los datos que figuran en su estado de tesorería, con 611 millones en sus cuentas para abordar sus pagos. Pero ese "colchón" se ha ido reduciendo, merced a ese déficit de 314 millones, hasta situarse, a fecha del pasado 31 de julio, en apenas 297 millones. En resumen, la Generalitat se está comiendo poco a poco el remanente con el que contaba para afrontar el "día a día" de la administración. A este ritmo, a final de año, el remanente de tesorería general acercar a niveles negativos. Lo habitual, sin embargo, es que ese indicador, en mayor o menor medida, sea siempre positivo.

No es el único dato que revela las evidentes complicaciones financieras del Consell. Sin liquidez es harto difícil estar al día en el pago a los proveedores, empresas que esperan esa inyección económica para poder mantenerse a flote. Máxime cuando, a día de hoy, no se vislumbra ni tan siquiera el final del tunel de la crisis económica. De hecho, con los datos en la mano, el plan de ahorro de la Generalitat -que el conseller de Hacienda José Manuel Vela cifró en un recorte de 1.800 millones- estaría, cuando menos, en el aleros. Tanto es así que, en los primeros siete meses del año, el Consell registró, si se compara con el mismo periodo del ejercicio anterior, un incremento del gasto corriente -incluyendo los pagos de las facturas que permiten mantener el funcionamiento de la Generalitat como, entre otras cosas, la luz, el agua o el teléfono- del 5,3%. En julio de 2010, esa partida alcanzó los 1.358 millones. Un año más tarde llegó a los 1.430 millones, un descontrol al que Vela, que aterrizó a finales de junio en el cargo, tendrá que intentar poner freno en los próximos meses.

Hasta el pasado 31 de julio, sin ir más lejos, a la Generalitat también le crecieron los gastos financieros, la carga que arrastra la administración autonómica a consecuencia de su alto volumen de deuda, la segunda de España en valores absolutos y la primera en relación a su PIB. Ese indicador creció la friolera de un 16% en comparación con el dato que presentaba el Consell en la misma fecha de 2010. Para hacer frente a esa minuta, durante los primeros siete meses del año, la Generalitat tuvo que abonar nada menos que 430 millones, una cantidad que es siete veces superior el presupuesto de la conselleria de Turismo. ¿Solución? De momento, el Ejecutivo de Alberto Fabra se muestra incapaz de encontrar soluciones más allá de recurrir a las operaciones extrapresupuestarias, una vía legal que le permite disponer de fondos que, en realidad, debían estar contabilizados en las cuentas. El Consell está "tirando" con fuerza de ese apaño contable para disponer de líquido.

Es la vía que, de alguna manera, el Consell ha encontrado para poder llegar a fin de mes y atender a todos sus pagos. De hecho, el déficit por operaciones presupuestarias se ha disparado un 60% respecto a julio de 2010, recoge el estado de tesorería de la Generalitat. En la actualidad alcanza los 2.142 millones de euros, frente a los 1.330 millones de julio de 2010, a la vez, que crece el número de fondos que quedan al margen del presupuesto y que alivian al Consell.

"Tienen gravísimas dificultades para hacer frente a pagos"

El portavoz de Economía del PSPV en las Cortes, Julián López, señaló que "un mes más, la tesorería de la Generalitat pone de manifiesto las graves dificultades para afrontar los pagos". El diputado socialista subrayó que este resultado "negativo" se produce a pesar de que "miles de proveedores no cobran". "¿Cuál sería la situación si cobrasen?", se preguntó. Julián López emplazó al jefe del Consell, Alberto Fabra, a "asumir ya que es el presidente de la Generalitat". "La situación en la que nos encontramos requiere de un dirigente que no esté pendiente de los discursos, de las fotografías, y de los problemas internos de su partido, y que se centre en tomar medidas inmediatas para pagar a proveedores y para crear empleo", dijo. P. r. f.