Los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) aplicados en la provincia de Alicante durante los ocho primeros meses de 2011 han afectado a cerca de 3.500 trabajadores. Los empleados de la construcción figuran como los más perjudicados por este tipo de prácticas alcanzando a un total de 1.663 personas, 300 más que en el mismo periodo del año anterior.

El balance realizado por UGT constata que la cifra de expedientes cursados ha registrado una pequeña reducción respecto al pasado ejercicio - con una reducción de 78 empleados -lo que demuestra, según el sindicato, que las medidas "laborales y económicas adoptadas no han mejorado la actividad económica de las empresas ni las expectativas de empleo de los trabajadores".

La radiografía pone el acento, además en el hecho de que la modalidad de expediente más empleado en este periodo ha sido la de la suspensión de actividad, que ha afectado a 1.903 trabajadores -635 menos que en el mismo periodo de 2010-, mientras que los afectados por expedientes de reducción de plantilla han sido 1.017. Un apartado en el que sí se ha registrado un incremento de 746 trabajadores en comparación a la etapa de 2010.

Por su parte, los ERE de rescisión han afectado a 576 trabajadores, alcanzando también una disminución de 189 trabajadores sobre el periodo enero-agosto del pasado año.

El informe de UGT aporta también datos sobre las causas que han motivado los expedientes en este periodo, motivos entre los que destacan los 363 expedientes abiertos por falta de producción - afectaron a 3.017 trabajadores-, seguidos de los 365 puestos en marcha por causas económicas.

En el apartado de actividades junto al sector del ladrillo ocupan plazas destacadas otros sectores como los servicios con 151 expedientes frente a los 148 de 2010, aunque han sido menos las personas perjudicadas -297-.

Fórmulas de flexibilidad

Ante esta situación, UGT reclamó ayer un compromiso firme por "apuntalar un crecimiento económico sostenible, duradero y equilibrado", caracterizado por la calidad del trabajo. Diferentes metas para las que será "necesario cambiar el actual modelo productivo, que prima la temporalidad, el empleo en precario y los bajos salarios".

El sindicato consideró de igual manera primordial el desarrollo de fórmulas de "flexibilidad interna" de las empresas, negociadas a través de los convenios colectivos, en los que "se busquen medidas preventivas de reorganización del tiempo de trabajo y asentadas en la cualificación".