El anuncio de la participación hoy de la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, en una conferencia con el primer ministro griego, Yorgos Papandreu, para buscar una solución a la crisis de la deuda tranquilizó ayer los mercados de capitales europeos y relajó la presión sobre el euro.

Papandreu mantendrá una charla telefónica con Sarkozy y Merkel, según informaron fuentes del gobierno heleno, que se celebra en un momento de nuevos rumores entre las autoridades de la eurozona sobre un posible impago de la economía griega, después de que el país señalara que no podrá cumplir los objetivos fiscales acordados con la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) a cambio del rescate. "Papandreu ha mantenido este martes (ayer) un encuentro preparatorio con el ministro de Finanzas, Evangelos Venizelos, y los responsables del mayor prestamista griego, National Bank of Greece, para preparar una conferencia telefónica que se celebrará mañana (hoy) con Sarkozy y Merkel", explicaron las fuentes.

Merkel y Sarkozy celebraron una reunión en París a mediados del mes de agosto tras la que presentaron un plan de largo alcance para buscar una mayor integración de la zona euro, aunque decepcionaron a los mercados al posponer la creación de los eurobonos.

Ayer, la canciller alemana trató de lanzar un mensaje de tranquilidad y expresó su confianza en el deseo y la capacidad europea para llegar a un acuerdo respecto a la demanda de garantías por parte de Finlandia y desbloquear así el segundo rescate de Grecia. "Todos lo queremos y seremos capaces de encontrar una vía, un camino hacia adelante abierto a todos los socios y en línea con los deseos de Finlandia", destacó Merkel en una rueda de prensa conjunta con su homólogo finés, Jyrki Katainen.

Merkel subrayó que los expertos de la eurozona "están trabajando sobre esta cuestión" y mostró su "total confianza en que encontrarán una solución satisfactoria para todas las partes". Merkel descartó que tuviera planeado emitir en el día de un comunicado conjunto con el presidente francés, Nicolás Sarkozy, respecto a la situación en Grecia. Pero su intervención sirvió para calmar los mercados financieros de deuda y las bolsas, tanto en Europa como incluso en Estados Unidos, muy castigados en los últimos días ante la nueva posibilidad de que Grecia incurra finalmente en el impago de sus vencimientos de deuda.

La bolsa española lideró los avances de las plazas europeas con una subida del 2,53%, lograda por el impulso de los grandes bancos y de los principales valores del mercado. Las ganancias de las plazas europeas fueron inferiores, ya que Milán subió el 2,19%; el índice Euro Stoxx 50, el 2,09%; Fráncfort, el 1,85%; París, el 1,41%, y Londres, el 0,87%.

Misión a Atenas

Mientras, el Gobierno griego sigue esforzándose en tapar agujeros financieros y acallar rumores de quiebra, en una carrera para convencer a sus socios europeos y al FMI de que hace lo posible para reducir el déficit y de que el país aún puede salvarse de la bancarrota. En esa política de mostrar que Atenas hace los deberes para recortar gastos, el Ministerio de Finanzas ordenó ayer a 151 empresas con participación estatal que reduzcan sus plantillas en un 10%. Varios medios locales calculan que unas 20.000 personas podrían verse afectadas por esa reducción de personal. Por su parte, la Comisión Europea envió ayer a Atenas una misión de expertos para prestar asistencia técnica a las autoridades griegas con el objetivo de acelerar la absorción de 7.700 millones de euros en ayudas europeas.

CRÍTICAS

Obama alerta del riesgo de un contagio a España e Italia

El presidente de EEUU, Barack Obama, instó ayer a los europeos a coordinar mejor sus políticas fiscales para resolver la crisis de la deuda y alertó de que, aunque ahora todos los focos están puestos en Grecia, "el mayor problema" puede ser "lo que pase en España e Italia, si los mercados siguen arremetiendo contra esos países muy grandes". En una mesa redonda con un reducido grupo de medios de habla hispana, el presidente de EEUU señaló que los líderes en Europa tendrán que "tomar una decisión acerca de cómo conjuntar la integración monetaria con un conjunto más efectivo de políticas fiscales coordinadas". "Ahora mismo hay una moneda única pero no un conjunto único de políticas económicas", apuntó, algo que a su juicio complica la salida a la actual situación de inestabilidad. Las palabras de Obama señalando a España e Italia provocaron ayer una enorme polvareda y obligaron al Gobierno español a reaccionar para quitar hierro al asunto. Así, según la vicepresidenta económica, Elena Salgado, las palabras del presidente estadounidense no son distintas de las de los dirigentes europeos y vienen a decir que "es necesario evitar el contagio" de Grecia a economías más fuertes. Al respecto, Salgado aseguró que Grecia cumplirá sus compromisos. efe madrid