El presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, ha confirmado hoy ante el pleno del Parlamento Europeo que propondrá en breve opciones sobre los eurobonos, pero ha advertido que "no serán la panacea".

"Los eurobonos no solucionarán los problemas más urgentes, no harán que Grecia deje de tener que cumplir con sus obligaciones ni hará que el resto de la Eurozona deje de implementar reformas", ha señalado Barroso.

El jefe del Ejecutivo comunitario, que no ha dado una fecha concreta para la presentación de su propuesta sobre los títulos de deuda comunitarios, indicó que algunas de las opciones que presentará la CE "conllevarán la reforma del tratado, otras no".

Barroso ha pedido un "impulso federalista" a los Veintisiete, y especialmente a la Eurozona, y ha señalado que "sólo con determinación y esfuerzo común se puede ganar la credibilidad de los inversores y los ciudadanos".

"En el seno del sistema comunitario, un sistema intergubernamental no ha funcionado ni funcionará en el futuro", sentenció.

Para Barroso, la crisis de la Eurozona solo se solucionará con "más Europa" y ha señalado que las grandes economías del euro, en velada referencia a Alemania, deben convencerse de que "la solidaridad es también en su propio interés".

La implementación las decisiones de la cumbre extraordinaria del 21 de julio, cuando se cerró el segundo rescate a Grecia con una contribución del sector privado, la flexibilización del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) y la aprobación de las encalladas medidas sobre gobernanza para prevenir futuras crisis son "las tareas más urgentes" de la Eurozona, según Barroso.

"Urjo a los estados miembros a ratificar el acuerdo para finales de septiembre", ha insistido Barroso, quien también ha adelantado que presentará la próxima semana propuestas para atajar los delitos de iniciados (información privilegiada) y pronto también iniciativas para regular la actividad de las agencias de calificación de riesgos y sobre tasas a las transacciones financieras.

Por su parte, el ministro de Finanzas polaco, Jacek Rostowski, cuyo país desempeña la Presidencia de turno de la Unión Europea (UE), ha advertido del "coste de excluir a un socio de la moneda única", que ha cifrado en un 25 % del producto interior bruto (PIB) el primer año, un 10 % durante los siguientes y una tasa de desempleo en el conjunto de los Diecisiete del 15 % de media.