El presidente de EE UU, Barack Obama, instó ayer al Congreso a dejar de lado las pugnas partidistas para apoyar un amplio plan de empleo valorado en cerca de 447.000 millones de dólares (327.500 millones de euros) y que, aseguró, dará "un impulso a la economía". Un Obama que apostó por abandonar las florituras retóricas de discursos pasados y centrarse en un mensaje concreto y directo hacia las clases medias compareció ante los legisladores para reclamarles que abandonen el "circo político" y se centren en la creación del empleo, por el bien del país.

"La gente de este país trabaja duro para cumplir sus responsabilidades. La pregunta esta noche es si nosotros cumpliremos las nuestras; si, a la vista de una crisis nacional, podemos detener el circo político y hacer de verdad algo para ayudar a la economía", afirmó el presidente. El plan, de mayores dimensiones de lo que habían apuntado los medios en días previos, requiere para su puesta en práctica la aprobación del Congreso, donde los demócratas controlan el Senado y los republicanos dominan la Cámara de Representantes, lo que puede dar lugar a una pugna partidista similar a la protagonizada este verano en torno al aumento del techo de la deuda.

Previéndolo, la propuesta de Obama contiene numerosos elementos que pueden agradar a los republicanos. Entre ellos, recortes de impuestos que representan casi la mitad del valor del plan, según los cálculos de la Casa Blanca. Además, el presidente se compromete a que el plan esté completamente pagado.

Para ello propone que el "súper comité" que se creó en el Congreso para identificar antes de diciembre 1,5 billones de dólares en recortes al gasto público sume a esa cifra el costo del plan. El día 19, además, expondrá, según adelantó, un plan complementario "más ambicioso" para atajar el déficit presupuestario y la deuda pública, la prioridad absoluta del Partido Republicano y, sobre todo, de su corriente más conservadora, el Tea Party. Esa próxima propuesta "no sólo cubrirá el coste de este proyecto de ley, sino que estabilizará nuestra deuda a largo plazo". En su discurso, Obama recordó una y otra vez que "todo lo que está aquí es el tipo de propuesta que han apoyado tanto republicanos como demócratas". El plan contiene también iniciativas del agrado demócrata, entre ellas extensiones de los subsidios al desempleo.