Una de las mayores preocupaciones de la sociedad alicantina en estos momentos, además, claro está de la viabilidad económica de la CAM y de la garantía de los puestos de trabajo, es lo que pasará con la Obra Social, dada la importancia que tiene en la provincia y el impacto negativo que sufriría la cultura en todos sus ámbitos. Todo dependerá de la política que en este campo quiera desarrollar el futuro propietario de la CAM pero sus actuales gestores están trabajando con la hipótesis de un mantenimiento de la obra social en sus aspectos más importantes aunque eso sí y dada la situación económica que está atravesando la caja alicantina se producirán recortes y habrá una reorientación de las políticas socioculturales. Para ello, según las fuentes consultadas, se está trabajando ya en un plan de ajuste que ya ha producido sus primeros resultados: el traslado de una veintena de trabajadores de la Obra Social a oficinas de negocio de la CAM.

Otro de los giros de la obra social que se está contemplando en el plan de ajuste ya ha sido anticipado por sus actuales responsables, que en una de sus primeras comparecencias públicas han anunciado una atención especial a los temas sociales y lo concretaron con las ayudas concedidas para los comedores para familias con dificultades económicas. A este anuncio seguirá otro en breve que marcará aún más el giro hacia las políticas sociales.

No obstante, las fuentes consultadas recalcaron que la obra social va a contar con dinero para atender sus compromisos actuales, pero no descartaron que habrá recortes "como los está habiendo en toda España".