El actual equipo directivo de la CAM -incluida su directora general, María Dolores Amorós- seguirá al frente de la entidad, al menos por el momento. Eso sí, estarán bajo el más estricto control de los nuevos administradores de la caja que ha nombrado el FROB. Así lo aseguraron ayer fuentes oficiales de la caja alicantina, que señalaron que tan sólo podría producirse alguna redistribución de competencias y funciones, todavía por decidir.

De este forma, José Antonio Iturriaga, Tomás González y Benicio Herranz parecen haber dado un voto de confianza a los actuales gestores de la CAM, a pesar de la situación en la que se encuentra la entidad. No obstante, se trata de una ratificación temporal, ya que será la entidad que se quede con la caja la que decida su nuevo esquema directivo definitivo.

Tras su ruptura con Cajastur, Caja Mediterráneo ya decidió adelgazar su estructura ejecutiva para ahorrar costes y ganar en agilidad. En este sentido, suprimió las direcciones y subdirecciones generales y repartió sus competencias entre ejecutivos de menor categoría.

Además, varios de sus directivos de primer nivel se han acogido al proceso de prejubilaciones puesto en marcha en la entidad. Los primeros fueron Vicente Soriano, antiguo responsable de Recursos Humanos, y Joaquín Meseguer, director general de Participaciones Industriales. El pasado mes de junio se acogió a este derecho el exdirector general de la entidad Roberto López Abad, que, sin embargo, siguió de consejero de Banco CAM hasta que el sábado el Banco de España cesó a todo el consejo de administración.

El último en retirarse -lo hará esta misma semana- será el hasta ahora director general adjunto, Agustín Llorca, cuya prejubilación se conoció el mismo día de la nacionalización de la entidad por parte del FROB. Fuentes no oficiales de la entidad aseguran que entre todos estos, y otros más, percibirán una indemnización superior a los 10 millones de euros.

A pesar de ello, el equipo directivo de la caja sigue contando con nombres experimentados y de larga trayectoria en la entidad como el director territorial de Alicante, Salvador Cases; el de Administración; Teófilo Sogorb; el de Desarrollo Corporativo, José Pina; o el de gestión financiera, Francisco José Martínez.

Los que no seguirán en sus cargos son los 20 miembros del consejo de administración de Caja Mediterráneo, que han sido cesados de sus cargos, después de que firmaran la solicitud reclamando la entrada del FROB en el capital de la entidad y ellos mismos pidieran su relevo. Los ceses afectan igualmente a los tres consejos territoriales que mantenía la entidad -Alicante, Murcia y Valencia- y también a las labores de representación de la CAM que muchos de ellos ejercían en las empresas participadas por la caja.