Normalidad en las oficinas. Las oficinas de la CAM vivieron ayer una jornada de normalidad prácticamente absoluta el primer día en que abrían sus puertas tras ser intervenida por el Banco de España. Los clientes consideran que sus ahorros ahora están "más seguros que nunca" tras la anunciada inyección de 2.800 millones por parte del FROB.

A las once de la mañana de ayer, en una de las oficinas de la CAM en el Cabo de las Huertas, apenas había esperando un par de personas para ser atendidas, los cajeros automáticos estaban vacíos y se respiraba una total tranquilidad. Nadie diría que era el primer día de apertura al público después del bombazo del viernes por la tarde. La intervención del Banco de España no parece haber generado una especial alarma entre los clientes de la CAM a tenor de la normalidad con que se vivió la jornada de ayer. "No, no está habiendo problemas, quienes tenían miedo ya sacaron el dinero en abril" cuando se rompieron las negociaciones de fusión con Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria, se ha indicado desde la entidad, "ahora está todo normal, hay gente que sí ha llamado o ha ido a su oficia a informarse sobre lo que ha ocurrido pero nada más". De hecho, en la media hora que pasamos observando el funcionamiento de una de las oficinas nadie pregunta ni comenta sobre lo ocurrido; la gente entra y sale, saca pequeñas cantidades de los cajeros, realiza alguna transferencia o sus gestiones habituales y poco más.

Tampoco en el centro de Alicante parece haber grandes problemas. En una de las mayores oficinas de la entidad aseguran que se está viviendo un día normal. "Sí que hay gente que pregunta, pero más por curiosidad que por una preocupación", la gente se ha informado y en general consideran que la intervención del Banco de España es una garantía para sus depósitos", indica un trabajador de una de las oficinas para añadir que "alguna persona ha venido a retirar algo más de lo habitual pero en general la gente está tranquila, incluso más tranquila que antes porque ahora tienen la garantía del Banco de España y saben que va a haber más dinero".

En un cajero en Alfonso el Sabio, Carmen Maestre, una señora que saca dinero de su cuenta, asegura que "yo estoy tranquila. Cuando me enteré de que había problemas pregunté a mis hijos porque yo tengo la pensión aquí de toda la vida y me dijeron que no pasaba nada", para añadir que "todos los bancos están fatal ahora con la crisis, así que da igual". Juan Antonio Díez se ríe cuando le preguntamos si está preocupado por la nacionalización de la CAM. "No hay problema, yo soy quien les debe a ellos la hipoteca así que ojalá que quebrara de verdad y se olvidaran de mí", bromea, para añadir después que "ahora es cuando más tranquilos podemos estar porque tenemos más seguridad de que el dinero está controlado". Hay sin embargo quien se indigna por lo ocurrido. "Tienen ahí a un montón de directivos que se han forrado y ahora después de hacer una gestión nefasta, lo paga el Banco de España y ellos salen tan frescos", señalaba molesto Jorge desde la cola de otra de las sucursales, para añadir que "lo que tendrían que hacer algunos es devolver los millones que han ganado". Ante sus palabras, otros clientes aseveran resignados que la gestión de la entidad "ha debido ser malísima para que haya pasado esto", aunque se mostraban tranquilos con respecto a su dinero: "Yo no voy a sacar lo que tengo de momento, pero si al final parten la CAM a trozos y la venden entonces sí me plantearé llevarme los pocos ahorros que tengo a otro banco".

Muestra de la normalidad de la jornada es que algunas de las personas que se acercaban ayer a sacar dinero del cajero o a realizar alguna gestión ni siquiera sabían que la entidad ha sido intervenida. "No lo sabía", indicaba uno de los clientes en la puerta de una de las sucursales, "pero no creo que a nosotros nos afecte, ¿qué más da como se llame la oficina? a los que tenemos aquí cuatro duros o la nómina nos van a dar lo mismo..."

INCERTIDUMBRE

Los trabajadores, los más inquietos

"Qué vamos a hacer?, pues esperar a ver qué pasa. No nos queda otra". Con estas palabras respondía ayer a este diario un empleado de la CAM a la pregunta de si está intranquilo tras la nacionalización del viernes. El Sindicato Independiente de Caja Mediterráneo, (Sicam), así como CCOO y UGT han exigido queno haya recortes de plantilla en el proceso que se abre ahora y que se garantice el mantenimiento de los puestos de trabajo, "pero eso va a depender de lo que ocurra en el futuro. Nosotros tenemos que seguir trabajando y esperar a ver qué pasa", indicaba este trabajador. Los empleados de la CAM desconocían ayer por la mañana lo que había ocurrido más allá de lo reflejado en los medios de comunicación. "No, nadie nos ha dicho nada. Esta tarde (por ayer), creo que hay una reunión con los sindicatos y con los directores de las sucursales, pero no sabemos nada más".