Un restaurante de la ciudad de Lübeck, en el norte de Alemania, puede ayudar a esclarecer el origen del brote de "E.coli" que se ha cobrado ya 18 vidas en el país y una en Suecia, ya que 17 personas enfermaron tras comer en ese local, informaron ayer los medios locales.

"El restaurante no tiene culpa ninguna, pero es posible que la cadena de proveedores pueda aportar el dato decisivo que ayude a determinar cómo entró en circulación el germen patógeno", declaró el microbiólogo Werner Solbach, de la Clínica Universitaria de Lübeck, al periódico "Lübecker Nachrichten".

Los infectados con la bacteria intestinal y los afectados con el síndrome urémico hemolítico (SUH) que provoca este germen acudieron al restaurante entre el 12 y el 14 de mayo. "Lo que llama la atención es que los enfermos formaban parte de diferentes grupos", precisó Solbach.

Mientras, una turista alemana está bajo tratamiento en el Hospital General de Viena (AKH) desde el viernes, aquejada posiblemente de la bacteria. Al parecer, la turista ya entró en Austria con los síntomas de esta enfermedad. Su estado actual es estable y está mejorando, dijo el portavoz.

La variante de "E. coli" es resistente al menos a ocho tipos de antibióticos, según el Instituto Genético de Pekín. Científicos chinos que colaboraron con los alemanes en la identificación del genoma de la nueva variante afirmaron que se han encontrado genes que la hacen resistente a cinco nuevos tipos de antibióticos.