Caja Mediterráneo asegura que superará las próximas pruebas de solvencia a la banca europea y cumplirá el "exigente" plan que ha diseñado para reforzar su capital, al tiempo que mantiene la aspiración de cerrar un acuerdo con un socio inversor.

La directora general de la CAM, María Dolores Amorós, destacó que la entidad tiene, entre otras virtudes, una red de sucursales, "que no está en venta", en las mejores zonas y un modelo de negocio más amplio que el que podría parecer. En definitiva, "importantes fortalezas" para potenciales socios.

Por eso, son "optimistas" sobre la posibilidad de que, cuando todo su negocio financiero y su cartera de participaciones esté en el Banco CAM, se pueda cerrar un acuerdo con otras entidades financieras o con inversores, que, a juicio de Amorós, tendrán una oportunidad "importante" de conseguir revalorizar su participación. Pero, mientras tanto, la CAM se muestra convencida de que aprobará las próximas pruebas de solvencia en todos los supuestos, incluso en las hipótesis más adversas, gracias a que, al igual que el resto de entidades a las que les falta capital, podrá contabilizar la aportación que el Estado está dispuesto a inyectar.

Según los cálculos del Banco de España, para cumplir con los nuevos requisitos de solvencia, la CAM necesita 2.800 millones que, de no conseguirlos, el Estado aportaría antes de octubre con el compromiso de la entidad de mejorar su productividad. Eso se conseguirá, explica Amorós, con una reducción del 25% de sus gastos generales que se logrará principalmente con la prejubilación de 856 empleados mayores de 55 años y el cierre de un centenar de oficinas, que se sumaría a las casi doscientas ya clausuradas.

Pero la directora general de la CAM añade que si se materializara un acuerdo con un socio que adquiriera al menos el 20% de la entidad, al grupo le bastaría con captar aproximadamente 1.800 millones. De esa cantidad, unos 1.000 millones podrían provenir de las ayudas que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) aprobó para su unión con Cajastur, Caja Extremadura y Cantabria, y que no llegó a recibir al fracasar la alianza en el Banco Base.

Amorós argumenta que la cantidad que le correspondía a la CAM ya se aprobó, por lo que "no hay impedimentos jurídicos" para recibir el dinero, aunque aclara que el FROB tendrá que decidir, llegado el momento, si CAM puede contar con ese préstamo superior a 1.000 millones y que minimizaría la participación del Estado en el Banco CAM.

Tras el traspaso de la actividad al Banco CAM, la caja mantendrá los activos relacionados con la obra social, que dependerán de los beneficios del banco. Asimismo, la CAM conservará sus cuotas participativas, aunque Amorós no descarta la idea de que "en un momento dado" se pueda ofrecer un canje por acciones del banco.