La Comisión Europea (CE) espera recibir mañana o el miércoles los resultados de los análisis realizados en las dos explotaciones de Almería y Málaga a raíz del brote de una bacteria intestinal detectado en Alemania. Las autoridades españolas comunicaron el pasado viernes a Bruselas la recogida de muestras para analizar la tierra y el agua de esas dos explotaciones, que han paralizado de forma cautelar los lotes de pepinos identificados como los posiblemente afectados.

El comisario europeo de Agricultura, Dacian Ciolos, rehusó ayer pronunciarse sobre las eventuales ayudas a los productores afectados por el problema hasta que se disponga de más elementos. Ciolos insistió en la necesidad de hablar con cautela y aseguró que la Comisión no dispone de momento de más datos de los que se han hecho públicos. Según dijo, la detección de la infección demuestra que el sistema de prevención que se aplica en los Veintisiete funciona, aunque "hará falta ver las conclusiones del análisis para ver si es suficiente o no".

Indicó que con los elementos que se conocen en la actualidad no se debería señalar con el dedo sólo a los productos orgánicos, aunque de nuevo insistió en que hay que evitar la especulación sobre cuestiones que "no están claras". La CE transmitió el jueves por la tarde la alerta por el brote a toda la UE a través del Sistema de Alerta Rápida de Alimentos y Piensos (RASFF), gracias al cual se comprobó que había también casos aislados en Suecia, Dinamarca, el Reino Unido y Holanda.