La crisis vuelve a dar un giro más de tuerca al colectivo de los desempleados. Los parados alicantinos sin cobertura se acercan peligrosamente a la cifra de los 100.000, ya que 90.808 -un 10,2% de los 887.800 activos totales de la provincia- han dejado de recibir ayudas debido a que han agotado las prestaciones y un 63% de los 119.467 que aún tienen cobertura social cobra ya ayudas mínimas, de subsistencia, según subraya un informe de CC OO en l´Alacantí-Les Marines.

El pasado mes de abril -con 210.275 parados alicantinos en las listas del Inem- volvió a confirmarse la tendencia iniciada en el primer trimestre de un descenso del número de desempleados con protección social. En la prolongación en el tiempo de la crisis se encuentra el origen de este cambio de tendencia, de esta especie de "recrisis" en la que los primeros despedidos al inicio de la recesión comienzan ahora a agotar los periodos de protección, una circunstancia que "agrava la situación económica de miles de familias en un contexto, además, de falta de oportunidades laborales", según advierte Salvador Roig, responsable de comunicación del sindicato.

Descenso de beneficiarios

Si la media mensual de enero a marzo de desempleados que acababan las prestaciones se situaba en el entorno de los 2.000, en abril fueron 5.598. "Los niveles de protección están sufriendo un descenso cada vez más acusado y las cifras del informe no dejan lugar a dudas sobre la precariedad social que está provocando la parálisis del mercado de trabajo en la provincia", añadía Roig. Además, entre los 119.467 que sí perciben algún tipo de prestación, más de 75.600 cobran ayudas de subsistencia, que suponen una media de entre 400 y 500 euros, ya que la cuantía varía según las cargas familiares y si el desempleado tiene más de 50 años.

De ellos, 57.305 perciben la asistencial; 12.643 la mínima de la Renta Activa de Inserción (RAI) y 5.690 el subsidio especial de 426 euros creado por el Gobierno en agosto de 2009 para paliar los graves efectos de la crisis en el mercado laboral. Todas ellas, a excepción de la RAI, vienen registrando desde enero pasado un descenso en el número de beneficiarios. Y, además, la suma de los perceptores de estas tres modalidades superan ya a los 49.519 que perciben la prestación contributiva -vinculada a la cotización y que se percibe durante un periodo máximo de dos años-. En los últimos doce meses los que cobran esta ayuda han pasado de los 63.943 de abril de 2010 a los 49.519 del mismo mes de este año.

Menos protección social

Con esta tendencia a la baja, el nivel de protección ha registrado un acusado retroceso. Desde el mes de enero de este año el numero de parados con derecho a prestación ha pasado de los 129.638 a los 119.467 registrados en abril (-10.271). "En la variación interanual podemos observar que mientras en abril del año pasado el nivel de cobertura se situaba en el 67,8%, ya que con 207.127 parados percibían la ayuda 140.538, en la actualidad la protección se sitúa en un 56,8% (119.467 de 210.127 desempleados) lo que nos indica una perdida de 11 puntos respecto al año anterior", incide Salvador Roig.

Asimismo, el dirigente sindical añadía que "el elevado nivel de desempleo, el número de hogares en los que ninguno de sus miembros tiene trabajo, la marginación de jóvenes, mujeres e inmigrantes, la reducción de los salarios y la congelación de las pensiones, junto al recorte de los recursos económicos y humanos dedicados a las prestaciones y servicios públicos están contribuyendo a profundizar las desigualdades y a certificar que la salida de la crisis es muy injusta en términos sociales". De ahí que reclame, una vez "apagadas las luces de la campaña", el cumplimiento de los programas "y de las promesas realizadas en relación con la creación de empleo. El nivel tan elevado de paro y de peligro de exclusión social obliga a las administraciones a priorizar la protección económica de las personas que están desempleadas y las políticas de reinserción en el mercado de trabajo".