Las nuevas normas de la Unión Europea sobre telecomunicaciones, que entrarán en vigor el próximo miércoles 25 de mayo, fijan en 24 meses la duración máxima de los contratos de telefonía e incluyen la obligación de ofrecer contratos de 12 meses a los clientes. Asimismo, los usuarios tendrán la posibilidad de cambiar de operador de telefonía fija o móvil en un solo día sin variar de número de teléfono (portabilidad).

La UE exige además incluir información clara sobre los servicios a los que se haya abonado el cliente. En concreto, los usuarios de Internet recibirán información sobre las técnicas de gestión del tráfico y su efecto en la calidad del servicio, así como sobre otras limitaciones como la anchura de banda, la velocidad de conexión disponible o el bloqueo del acceso a determinados servicios como el protocolo de transmisión de voz por Internet (voz sobre IP).

Los contratos deberán informar, además, de las indemnizaciones y reembolsos si no se alcanzan esos niveles mínimos. Asimismo, la UE promueve una mayor seguridad y privacidad, tanto en datos personales como en correo no deseado (spam), así como mejor información y requisitos de consentimiento para guardar información o acceder a la misma en los aparatos de los usuarios, tales como los "cookies" no relacionados con el servicio al que se haya accedido.

Por otro lado, las autoridades reguladoras nacionales -la CMT en España- podrán imponer al operador con poder significativo en el mercado -Telefónica en el caso de la red fija en España- la obligación de realizar una separación funcional entre su red y los servicios minoristas que presta, con el fin de facilitar el acceso al mercado de otras compañías.

La vicepresidenta de la Comisión Europea responsable de la Agenda Digital, Neelie Kroes, afirmó que los ciudadanos y las empresas deben aprovechar plenamente las oportunidades que les brindan esta nuevas normas para conseguir unos servicios de telecomunicaciones más competitivos.